¿Qué es y cómo se rescata una EPSV? Casos prácticos
Vamos a explicar detenidamente qué es una EPSV, una especie de plan de pensiones diseñado a medida para los vecinos del País Vasco gracias a los beneficios fiscales que tienen los ciudadanos de esa autonomía.
Con algunos casos prácticos, podremos valorar si es una alternativa atractiva para incrementar nuestro capital. Conozcamos cómo es este producto, cómo tributa y qué tipo de inversores se fijan en él.
¿Qué es una EPSV?
Una Entidad de Previsión Social Voluntaria (EPSV) es un instrumento de ahorro e inversión con un marcado carácter social que sirve, fundamentalmente, para complementar la pensión de jubilación. En este caso, es exclusivo del País Vasco y se rigen por la Ley de EPSV de 1983 y las modificaciones que ha realizado el Gobierno Vasco y la Dirección de Política Financiera.
Las EPSV funcionan como un plan de pensiones, pero tienen una normativa propia con particularidades y beneficios fiscales específicos.
Se crearon como una forma de fomentar el ahorro a largo plazo, tanto de personas físicas como jurídicas, ya que las empresas también pueden promover planes para sus trabajadores. Cada partícipe aporta una cantidad periódica o puntualmente, que se invierte en activos de cualquier tipo, como renta variable, renta fija, fondos mixtos, etc…
La gran diferencia entre las EPSV y los fondos de pensiones reside en la fiscalidad. Cada aportación que hagamos a una EPSV nos la podemos deducir en la base imponible del IRPF. Con lo cual, es un ahorro fiscal atractivo. Eso sí, está sujeto a límites establecidos por la normativa. Actualmente, el máximo es de 5.000 euros por persona y año, aunque según el caso puede ampliarse esa cifra.
Ventajas de una EPSV
Vamos a conocer las cinco grandes ventajas de una EPSV
- Beneficio fiscal. Nuestras aportaciones reducen la base imponible del IRPF hasta los límites permitidos. Es decir, cada año podemos ahorrarnos un buen pico.
- Flexibilidad de aportaciones. Podemos aportar capital periódicamente o de manera puntual, según la situación económica de cada uno.
- Variedad de perfiles de inversión. Cada EPSV nos ofrece varias modalidades, como invertir en renta fija, en renta variable o en fondos mixtos, por ejemplo. Es una forma de ajustar el riesgo al horizonte temporal que hayamos establecido.
- Complemento a la pensión pública. Una EPSV es una forma de garantizarnos una jubilación con menos preocupaciones en materia económica. Es una herramienta para reforzar nuestros ingresos.
- Rescate anticipado. En casos de emergencia, como desempleo prolongado, una enfermedad grave, dependencia o siempre que hayan pasado diez años desde la aportación, podemos rescatar nuestro capital.
Cuándo puedo rescatar una EPSV?
Aunque podemos rescatar nuestro dinero de forma anticipada, es importante subrayar que las EPSV no son un producto de ahorro con liquidez inmediata. La normativa marca cuándo podemos rescatar los fondos acumulados. Divide dichos supuestos en ordinarios y extraordinarios.
Supuestos ordinarios
- Jubilación. La jubilación es el escenario más habitual. Cuando alcanzamos la edad de jubilación y estamos acreditados como pensionistas, podemos solicitar el rescate total o parcial del dinero que tenemos en una EPSV.
- Incapacidad laboral. Si se nos diagnostica una incapacidad permanente total, absoluta o gran invalidez, podemos rescatar la EPSV.
- Fallecimiento. En este caso extremo, los beneficiarios que hayamos designado (o nuestros herederos legales) recibirán los derechos.
Supuestos extraordinarios
- Desempleo de larga duración. Si estamos inscritos como demandantes de empleo y carecemos de ingresos durante un periodo de tiempo prolongado podremos solicitar el rescate de la EPSV.
- Enfermedad grave. Dentro de este nivel se incluyen dolencias propias o de familiares de primer grado que supongan una incapacidad temporal prolongada o elevados gastos médicos.
- Dependencia severa o gran dependencia. Siempre que se nos impida la autonomía personal podremos solicitar el rescate.
- Rescate a los 10 años. La última reforma de la norma indica que podremos recuperar las aportaciones realizadas con una antigüedad mínima de diez años, aunque no hayamos llegado a la edad de jubilación ni se cumpla ninguno de los supuestos que acabamos de exponer.
Cómo rescatar una EPSV paso a paso
Es cierto que este proceso puede variar según la entidad gestora en la que contratemos el producto, pero, en líneas generales, estos son los pasos a seguir:
¿Cómo tributa una EPSV?
Realmente este es uno de los aspectos diferenciales de una EPSV con respecto a otros productos parecidos, como un plan de pensiones tradicional. Para planificar el rescate de una EPSV es importante entender cómo tributa en el IRPF. Tienen un tratamiento fiscal particular que, bien gestionado, puede ser un ahorro importante. Enseguida trataremos este asunto más en profundidad.
Antes, hemos de comprender que, durante la fase de ahorro, las aportaciones se benefician de una deducción fiscal directa. Es decir, se restan de la base imponible del IRPF hasta el límite anual permitido de 5.000 € para las aportaciones individuales. Gracias a esto podemos ahorrarnos inmediatamente bastante dinero en la declaración de la renta.
Eso sí, cuando rescatamos el capital, el tratamiento fiscal cambia. Los importes que recibimos tributan como rendimientos del trabajo, independientemente de la forma en que se nos ingrese el dinero. A efectos prácticos, son como un salario o una pensión pública. No se consideran rendimientos de capital mobiliario, como otros productos de inversión.
Es decir, el rescate se sumará a nuestros ingresos y tributarán conforme a los tipos progresivos del IRPF, que oscilan normalmente entre el 23% y el 49% según las autonomías. Por eso es importante que seamos unos estrategas a la hora de planificar ese rescate. Si queremos sacar demasiado dinero, puede que saltemos a un tramo superior y el aumento de impuestos impacte en nuestro capital.
Para que eso no ocurra, la norma contempla una reducción fiscal del 40% sobre las prestaciones percibidas en forma de capital, siempre que correspondan a aportaciones que hayamos realizado con más de dos años de antigüedad. Para los casos de jubilación, debemos efectuar el rescate dentro de los dos años siguientes a la fecha del hecho causante. O sea, la fecha en la que hemos dejado de trabajar.
La reducción que acabamos de explicar es el incentivo fiscal más potente del sistema, aunque solo puede aplicarse una vez. Por ejemplo, si un jubilado rescata 100.000 € en capital y cumple los requisitos, solo tendrá que tributar por 60.000 €. Si combina el resto del ahorro en forma de rentas periódicas, puede planificar mejor su carga fiscal de cara a los siguientes ejercicios.
Si hablamos de rescates extraordinarios, que hemos repasado anteriormente, la tributación es idéntica: se integran como rendimientos del trabajo, pero podemos aplicar reducciones si cumplimos con las condiciones de antigüedad.
EPSV vs Planes de pensiones tradicionales
Ambos productos comparten un objetivo común: fomentar el ahorro a largo plazo para complementar la jubilación. Aunque también hay marcadas diferencias que debemos tener en cuenta antes de elegir uno sobre otro.
La principal ventaja de las EPSV es la fiscalidad más favorable que tienen en el País Vasco. Como ya hemos explicado, las aportaciones reducen la base imponible del IRPF con límites anuales relativamente altos. También ofrecen cierta flexibilidad al permitir rescatar las aportaciones con más de diez años de antigüedad sin que nos hayamos jubilado.
En cambio, los planes de pensiones tradicionales tienen límites de aportación más reducidos. Sin embargo, tienen alcance nacional y son accesibles en toda España, mientras que las EPSV se limitan al País Vasco.
En cuanto al rescate, ambos tributan como rendimientos del trabajo, pero las EPSV permiten que hagamos una planificación fiscal más ventajosa en forma de capital gracias a la reducción del 40%.
Para los residentes en Euskadi, las EPSV son más interesantes por sus beneficios fiscales y la flexibilidad.
Ventajas
EPSV | Planes de pensiones |
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Deventajas
EPSV | Planes de pensiones |
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EPSV vs Planes de empleo
Los planes de empleo son otra alternativa a las EPSV con ciertas similitudes, pero también algunas diferencias. En las primeras es el ahorrador quien decide sus aportaciones, mientras que en las segundas las aportaciones corren a cargo de la empresa y del trabajador, con un límite máximo de 8.000 €. Una dualidad que otorga gran flexibilidad, ya que nos permite combinar ambas modalidades.
Los planes de empleo se limitan a las aportaciones vinculadas al ámbito laboral y tienen su principal valor en el volumen de ahorro permitido, que es superior. Son una herramienta útil si pretendemos maximizar las ventajas fiscales. También es cierto que son más rígidos, ya que solo se pueden rescatar en supuestos como la jubilación, incapacidad, dependencia o fallecimiento.
Ambos productos tributan como rendimientos del trabajo en el rescate. Aunque las EPSV son más versátiles.
Ventajas
EPSV | Planes de empleo |
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Desventajas
EPSV | Planes de empleo |
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EPSV vs Fondos de inversión
Los fondos de inversión son, como las EPSV, vehículos de ahorro, pero difieren en su propósito, fiscalidad y flexibilidad.
Los fondos de inversión no tienen límite de aportación ni están ligados a la jubilación. Su principal ventaja es la liquidez: el inversor puede vender sus participaciones en cualquier momento y recuperar el dinero sin esperar plazos.
En materia fiscal, no permiten deducciones inmediatas en el IRPF, pero sí el diferimiento fiscal. Es decir, mientras no se nos reembolse el dinero, no tributamos por las plusvalías. Podemos hacer traspasos entre fondos sin impacto fiscal. Así nuestra gestión de la cartera es más flexible.
Ventajas
EPSV | Fondos de inversión |
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Desventajas
EPSV | Fondos de inversión |
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Cómo planificar el rescate de una EPSV para pagar menos impuestos
En las ESPV la clave no está solo en cómo se ahorra, sino en cómo se rescata. Eso puede marcar la diferencia en nuestra factura fiscal.
Lo primero es decidir cómo se rescatará el capital acumulado. Si lo haremos en forma de capital único, de renta periódica o combinando ambas. Ya hemos comentado que el rescate en forma de capital permite beneficiarse de una reducción del 40% sobre las aportaciones realizadas antes de 2007.
Por otro lado, si rescatamos en forma de renta periódica podremos diluir la tributación en varios ejercicios fiscales y evitarnos que el contribuyente pase a tramos superiores del IRPF. Así nos repartimos la carga impositiva y suavizamos el impacto en la declaración de la renta.
Lo ideal sería que combinemos ambas vertientes. Aprovechar esa reducción al tiempo que el resto lo rescatamos en forma de rentas periódicas.
Hemos de recordar que el rescate no tenemos por qué hacerlo inmediatamente después de jubilarnos. Podemos posponerlo, lo cual ofrece margen para planificar el momento más favorable.
¡Cuidado! Errores comunes al rescatar una EPSV
Muchos ahorradores cometen errores al rescatar una EPSV que derivan en un elevado coste fiscal. Los más habituales son:
- Rescatar todo el capital sin planificación. Retirar el capital acumulado en un único ejercicio puede disparar la base imponible y llevar al contribuyente a los tramos más altos del IRPF.
- Olvidar la reducción del 40%. Las aportaciones que se realizaron antes de 2007 pueden beneficiarse de esta ventaja fiscal si lo rescatamos en forma de capital.
- No coordinar el rescate con otros ingresos. Percibir el capital de la EPSV mientras no recibimos aún rentas del trabajo o una pensión elevada aumenta la carga fiscal. Quizás es mejor esperar a un momento en el que tengamos menos ingresos.
- No valorar la opción de renta periódica. Muchos optan solo por el capital inmediato y olvidan que las rentas periódicas permiten repartir el pago de impuestos en varios años.
- Desconocer los plazos legales. La reducción del 40% tiene condiciones de tiempo. Si nos retrasamos o nos adelantamos sin cumplirlas podemos perder esta ventaja.
- No asesorarse. El rescate es un momento clave. No consultar a un asesor nos puede llevar a tomar malas decisiones.
- Dejarnos llevar por la urgencia de liquidez. Rescatar por necesidades inmediatas sin estudiar alternativas puede provocarnos un fuerte coste fiscal y comprometer nuestro ahorro acumulado.