La cantidad de españoles que posee criptomonedas se duplica en un año: ¿debería tener FOMO?

La cantidad de españoles que posee criptomonedas se duplica en un año: ¿debería tener FOMO?

Los ciudadanos españoles que poseen alguna cantidad de criptomonedas siguen siendo una minoría, con un nivel de intromisión en el patrimonio totalmente marginal en comparación con productos de inversión clásicos como los fondos o depósitos. No obstante, y según datos de varios reguladores, la tenencia de criptomonedas en España se habría incluso duplicado entre el año 2022 y el 2024.

Así se destila del Estudio sobre los hábitos de pago de los consumidores en la zona del euro (SPACE, por sus siglas en inglés), realizado por el Banco Central Europeo, del que se ha hecho eco recientemente el Banco de España (BdE) en su nuevo artículo “La tenencia de criptoactivos entre los hogares españoles”.

En este análisis, dos investigadores exponen que la tenencia de activos digitales en España muestra un ligero un aumento frente al 4,8% de personas que decía poseer criptos en 2022, aunque nuestro país era en 2023 el tercero de la UE con menor presencia de esta tipología de activos en cartera: Italia y Francia son, en ese orden, los dos países de la UE con menor porcentaje de inversión en cripto, seguidos de España.

En sentido opuesto, Eslovenia, Croacia y República Checa son los países donde más individuos invierten en cripto, según el Flash Eurobarómetro de hace dos años.

Individuos con criptoactivos en países de la UE (BdE)
Fuente: Flash Eurobarómetro 2023, obtenido de BdE

 

No obstante, lo más interesante que nos aporta el artículo es en realidad el perfil sociodemográfico elaborado sobre el típico inversor en cripto español, que puede darnos bastantes pistas sobre de qué forma y por qué las criptomonedas están causando interés en nuestro país.

Lo que nos dice el perfil de inversor en cripto

Según los datos de la Encuesta de Competencias Financieras de 2021 del BdE, el inversor en cripto es mayoritariamente un hombre joven, de entre 18 y 34 años, que todavía vive con sus padres, con estudios universitarios (un nivel formativo mayor que el del resto de la población) y con conocimientos financieros (según se autoperciben ellos): un 17% dice tener conocimientos altos, frente al 8% que presenta el resto de la ciudadanía.

También se destaca que son individuos con tolerancia al riesgo (con menor temor a la gran volatilidad del mercado cripto), y que su interés por las cripto no implica un rechazo de instrumentos bancarios tradicionales, es decir, que es muy probable que combinen la inversión en criptos con ETFs, fondos, etcétera.

Para la mayoría de ellos, las criptos no representan la mayor parte de su portfolio (para el 80%, no representan más del 10%), aunque sí es así para un 0,6%, esto es, unos 130.000 hogares con una alta exposición que pueden sufrir mucho si el mercado se torna hostil.

Pudiendo interpretar estos datos de diversas formas, lo que vemos es que es el segmento joven el que más participación registra en el sector. Si tenemos en cuenta la situación de precariedad laboral que afecta a gran parte de la juventud, podemos pensar que es la necesidad de obtener rendimientos altos lo que les atrae a las cripto, aunque el nivel educativo superior que presentan también puede hablarnos de un contexto más acomodado en el que la persona se siente capacitada tanto mental como económicamente para invertir en un activo de riesgo como este. Asimismo, sería interesante conocer hasta qué punto esa autopercepción positiva sobre conocimiento financiero se corresponde con la realidad.

Expectativas positivas para las criptomonedas

“Los criptoactivos han ganado relevancia en los últimos años dentro del sistema financiero y parecen haberse consolidado como instrumento de inversión”, nos dice el artículo del BdE. Algunas tendencias actuales pueden explicar también la mayor presencia de criptos en cartera.

Por un lado, el Banco Central Europeo se encuentra ultimando los detalles para el lanzamiento del euro digital, que se espera que genere una mayor concienciación entre toda la población sobre la digitalización del dinero. Por otra parte, la aprobación del reglamento MiCA por la Comisión Europea en 2023 dota de mayor seguridad y transparencia al sector, aportando confianza para el cliente.

Finalmente, son cada vez más las entidades tradicionales que añaden criptoactivos al menú. La última novedad es la entrada de Openbank, el neobanco del Santander, al sector: sus clientes en Alemania ya pueden operar con una oferta inicial de cinco criptomonedas: bitcoin, ether, litecoin, polygon y cardano. Los usuarios en España también podrán acceder a ellas a inicios de octubre, aproximadamente. Antes de Openbank, el BBVA y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) recibieron la autorización de la CNMC para comerciar con criptomonedas, y en el futuro próximo, se espera que CaixaBank, Kutxabank y Renta 4 lancen también operativa de este tipo en España.

De esta forma, se produce una progresiva normalización de las criptomonedas, que va eliminando los miedos o temores de parte de la población.

Pese a todo ello, hay que seguir siendo realista sobre la poca penetración de las criptomonedas en España en la actualidad: “Si bien los criptoactivos han ganado visibilidad en el debate público y financiero, los datos presentados en este artículo confirman que su tenencia sigue siendo relativamente limitada en la población española y su peso dentro del patrimonio financiero de los hogares es reducido”, recoge el análisis del Banco de España, concluyendo que “la mayoría de los hogares [que invierte en cripto] concentra una proporción baja de su riqueza en estos activos”, permaneciendo la preferencia por otras opciones como acciones cotizadas o fondos de inversión.

 

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