Los bancos comienzan a cobrar comisiones por los depósitos

BBVA e ING comienzan a cobrar a clientes particulares por sus depósitos bancarios, el producto de ahorro más seguro y más utilizado.

Desde que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a rebajar el tipo de interés que cobra a los bancos por los depósitos, llamado tipo de interés sobre la facilidad de depósito, hasta el actual -0,5% los bancos han tenido que empezar a ingeniárselas para continuar obteniendo rentabilidad de otras maneras menos comunes.

Esto quiere decir que como las entidades bancarias tienen que pagar al BCE por tener dinero depositado allí y a la vez no quieren dar más créditos ya que no ven la economía suficientemente estable para asumir nuevos préstamos o hipotecas asumiendo un coste regular por el dinero que tienen guardado.

¿Cómo compensar estos costes del BCE? Trasladando estos costes a los clientes en nuevas fórmulas. Por ejemplo subiendo las comisiones de los servicios que prestan o comenzar a cobrar por los depósitos de los particulares. Algo que ya se hacía con grandes depósitos de empresas pero hasta ahora no se había dado en el pequeño cliente y las familias.

Un problema de tipos de interés

Cuando el BCE comenzó a bajar los tipos de interés y a cobrar a a los bancos por tener su depósitos, la finalidad del Banco Central Europeo no era otra que presionar a los bancos para que dieran más préstamos y que esta facilidad al conceder préstamos reactivase la economía.

Pero esto no ha sido del todo así, y muchas veces los bancos prefieren no dar estos préstamos si creen que no van a ser fácilmente recuperables por la situación de la economía, las empresas o el mercado inmobiliario.

Una consecuencia para los clientes de los bancos es que la rentabilidad que éstos ofrecen por tener un depósito es cada vez menor.

Los depósitos bancarios son uno de los productos de ahorro más populares para los españoles, ya que se consideran los productos más seguros para ahorrar. En un depósito bancario los clientes depositan una cantidad de dinero determinada en el banco durante un periodo de tiempo y a cambio la entidad financiera paga al cliente un interés en función de la cantidad que haya depositado y el tiempo que lo haya mantenido.

Uno de los más comunes es el depósito a plazo fijo, donde desde el primero momento pactamos no retirar nuestro dinero hasta pasado un tiempo y sabremos la rentabilidad que vamos a tener. Sólo si lo retirásemos antes de tiempo tendríamos alguna penalización.

Se considera a los depósitos bancarios un producto muy seguro porque tienen una figura que protege esos depósitos, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) que garantizan a los ahorradores hasta 100.000€ por cada depósito en cada entidad en la que tengamos un depósito bancario contratado.

Al ser un producto muy seguro para ahorrar, siempre han tenido unas rentabilidades más bajas que otros productos como fondos de inversión de renta variable o de renta fija que siempre tienen un riesgo mayor. Pero claro, una cosa es una rentabilidad menor, y otra es pagar por tener un depósito.

Adiós a las comisiones cero

Los bancos españoles sufren desde hace meses por conseguir rentabilidades. Con los tipos de interés tan bajos, los beneficios que consiguen con préstamos o hipotecas son cada vez menor. En esta situación la vía para seguir generando beneficios no es otra que cobrando mayores comisiones por todos sus productos y servicios además de vincular al máximo a sus clientes con la entidad.

Como ejemplo, BBVA ha endurecido su política de comisiones por segunda vez en poco más de seis meses, pasando a establecer requisitos cada vez más altos para librarnos de las comisiones. Si no se puede cumplir con ellas, estas nuevas condiciones incluyen una nueva tarifa de hasta 160 euros anuales, que se pagan trimestralmente. Entre los requisitos para no pagar comisiones por nuestra cuenta bancaria están: tener domiciliada una nómina superior a los 800 euros, tener cinco cargos de recibos vinculados a la cuenta o realizar siete compras con tarjeta de crédito en un período de cuatro meses. Además, también se deberá tener un producto diferente de la cuenta corriente contratado con el banco.

Esta temida “represión financiera”, el castigo al pequeño ahorrador es una realidad en toda la zona euro y en España. Los tipos de interés tan bajos del Banco central europeo (BCE) les ha permitido a los bancos poder rechazar el dinero de los ahorradores. Aunque los bancos en lugar de rechazar directamente estos ahorros de los particulares, pero también de instituciones o empresas, han preferido simplemente establecer un orden de prioridad en función de las comisiones que están dispuestos a pagar por sus cuentas y depósitos.

¿Qué bancos han empezado a cobrar por los depósitos?

A principios de este año 2024 fue el banco BBVA quien anunció que comenzaría a cobrar a clientes particulares por sus depósitos. En este caso, sólo se empezaría a cobrar a clientes con un depósito de más de 100.000 euros, con una comisión anual del 0,3% (o 0,025% mensual). Una medida polémica y controvertida ya que hasta ahora sólo habían cobrado agrandes clientes y empresas por sus depósitos.

Pero BBVA no está sólo. ING, el banco “sin comisiones”, también anunció que a partir de este mismo mes de abril, los clientes con la llamada Cuenta Naranja y con un saldo superior a los 30.000 euros empezarán a pagar comisiones por ella. En concreto una comisión fija de 10 euros mensuales (120 euros al año). El planteamiento del banco es que la Cuenta Naranja, que ofrece una rentabilidad del 0,01 % TAE, sea una forma más de beneficio por tener una nómina domiciliada y no un producto independiente que se pueda contratar de forma separada.

¿A quién afecta?

Los Bancos Comienzan A Cobrar Comisiones Por Los Depósitos

Aunque los límites son en 100.000 y 30.000 euros en los dos bancos que hemos comentado estas nuevas políticas de comisiones por los depósitos solo afectará a aquellas personas que no tengan ninguna vinculación más con la entidad, es decir, que no tengan ni ingresos domiciliados ni otros productos adicionales contratados.

En ING por su parte, las comisiones por los depósitos serán para aquellos que no cumplan las condiciones de la Cuenta Nómina. De forma similar a BBVA, aquellos clientes que no tengan domiciliada la nómina o no realizan una serie de operaciones mensuales.

¿Cómo podemos evitar estas nuevas comisiones?

Tanto BBVA como ING abren la posibilidad a no pagar comisiones si podemos adaptarnos a las condiciones y requisitos que nos piden, estos requisitos pueden ser más o menos difíciles de cumplir dependiendo de nuestra situación económica y más en el escenario económico actual de pandemia.

Si no podemos reunir los requisitos que las entidades nos piden, podemos hacer dos cosas:

  • Negociar estas comisiones con la entidad
  • Diversificar nuestros ahorros en varios bancos

En este último caso, podríamos abrir una nueva cuenta bancaria en otro banco y trasladar parte de esos ahorros a esta otra entidad, con lo que ya no superaríamos los límites que nos han fijado tanto BBVA como ING. Hay bancos que no cobran comisiones por nuevas cuentas y el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) nos cubrirá hasta 100.000 euros por depósito en cada una de las entidades bancarias que tengamos.

De este modo, podemos sortear estas comisiones teniendo varios depósitos o varias cuentas en diferentes bancos y además todos estarán siempre cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) mientras no excedan los 100.000 euros.

Un aumento de comisiones tras la pandemia

Los clientes particulares hasta ahora habían podido quedarse fuera de estos cobros de comisiones por mantener un depósito en el banco. Aunque aún son pocos los bancos que se han atrevido a comenzar a hacer estos movimientos, tanto el paso del BBVA como de ING puede abrir la puerta a que otros bancos empiecen a adoptar esta misma estrategia en los próximos meses.

Por el momento ninguno de los otros cinco grandes entidades financieras españolas (Banco Santander, CaixaBank-Bankia, Banco Sabadell y Bankinter) tiene previsto empezar a cobrar a los particulares por sus depósitos, pero no sabremos si estas medidas si que entraran en sus planes a futuro si los tipos de interés siguen tan bajos, o más que hasta ahora.

Imponer estos costes tiene un coste reputacional para los bancos, aunque ya se están batiendo récords en los intereses cobrados a las empresas, según el Banco de España.

La pandemia, el confinamiento y el parón de la economía no han hecho más y que incentivar estas políticas. Las tasas de ahorro de las familias han estado en máximos históricos desde al menos 1999, lo que significa que los ahorros crecen para hacer frente a una situación de incertidumbre y que los bancos no están interesados en mantener cuentas bancarias y depósitos que no pueden utilizar de forma rentable, ya que cuantos más depósitos tengan sin mover, mayor es la penalización que el Banco Central Europeo les cobra.

Por ejemplo el volumen de ahorro en BBVA en forma de Depósitos ha llegado a su máximo histórico, con más de 200.000 millones de euros, frente a los 180.000 millones con los que contaba en 2019.

Por estas razones que la mayoría de bancos se vayan sumando a estas nuevas formas de generar rentabilidad a costa de las comisiones a particulares es solo cuestión de tiempo. Los tipos de interés negativos no se esperan que suban hasta, quizás 2030 o incluso más si la economía sigue como hasta ahora.

Tras los pasos de los bancos europeos

Los cobros a los clientes particulares por sus depósitos son aún en cierta manera residual en nuestro país, pero en Europa ya había comenzado hacía tiempo, por ejemplo el Postbank, un banco filial del banco alemán Deutsche Bank, fue uno de los pioneros en comenzar a aplicar esta fórmula para obtener rentabilidad y compensar los costes del Banco Central Europeo.

Por ahora, el conjunto de los bancos europeos sigue retribuyendo, es decir, pagando un interés a la mayor parte de sus clientes particulares y familias por sus depósitos, pero la media de estos intereses no hace más que bajar.

En España por el momento las entidades financieras están tratando de optar por vincular aún más a los clientes, aunque sea acosta de vender servicios más caros o amenazar con más altas comisiones…

Aunque aún no es algo común, los bancos están empezando a cobrar comisiones por productos que hasta ahora nunca habían cobrado a clientes particulares, si los tipos de interés siguen tan bajos como hasta ahora, que parece que seguirá siendo así por algunos años, no es de extrañar que este tipo de políticas bancarias sigan aumentando hasta que la gran parte de los bancos también las aplique, con lo que debemos buscar fórmulas para evitar tanto como podamos estas comisiones por nuestras cuentas corrientes y depósitos.

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