La economía española crecerá menos en 2024

Economía española crecerá menos en 2024

Las últimas estimaciones del Banco de España dan cuenta de un menor crecimiento de la economía española para los próximos 2 años.

Asimismo, se espera un aumento de la inflación en 2024 y una caída notable para 2025.

Las condiciones monetarias reinantes y la debilidad del sector externo están influyendo en este resultado.

Realizamos un análisis preciso, pero profundo, el cual te permitirá saber qué esperar en los próximos meses y cuáles son los factores a los que debes prestar mayor atención.

¿Cómo va la economía española?

Para responder a esta pregunta nos atenemos a la más reciente publicación del INE, sobre las Cuentas Nacionales y sus Principales Agregados para el Tercer Trimestre de 2023:

Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Cuentas Nacionales Trimestrales de España: Principales Agregados – Avance del Tercer Trimestre de 2023.

De acuerdo con el instituto, la primera estimación del tercer trimestre de 2023 arroja un crecimiento del PIB de 0,3% con respecto al segundo trimestre.

Sin embargo, aunque la economía española creció ligeramente, como puedes observar en el gráfico, la tasa del crecimiento del producto ha venido descendiendo desde comienzos del año.

Estamos bastante lejos de los picos de actividad económica pos-pandémica registrados en 2021 (2,3%) y 2022 (2,5%).

Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Cuentas Nacionales Trimestrales de España: Principales Agregados – Avance del Tercer Trimestre de 2023.

Si observas la variación del PIB sobre una base anual, el producto creció un 1,8% con respecto al tercer trimestre de 2022, una tasa nada desdeñable.

No obstante, la tendencia es la misma que ya notamos en las variaciones trimestrales: una marcada desaceleración del crecimiento desde el segundo trimestre de 2022, cuando el PIB creció nada menos que 7,2%.

¿Por qué se debilitó el crecimiento en España?

Aunque el debate macroeconómico suele resultar ajeno para el ciudadano común, si resides en España o estás interesado en invertir en este país, deberían importarte mucho los factores que han llevado a este debilitamiento de la actividad productiva.

A fin de cuentas, una economía boyante se traduce en más empleo y oportunidades para todos, mientras que lo contrario, supone restricciones odiosas a nuestro estilo de vida. Menos consumo, más impuestos, menos puestos de trabajo, etc.

Veamos cuáles son los principales factores que están influyendo en este comportamiento de la economía española:

  • La continuación de una política monetaria restrictiva a nivel europeo, cuya principal faceta es el aumento de los tipos de interés para combatir la inflación, ha supuesto un incremento en el costo de los nuevos préstamos y en la carga de intereses de los prestatarios. Este factor seguirá teniendo un impacto negativo en la tasa de crecimiento del PIB.
  • La demanda exterior neta restó peso al crecimiento, como consecuencia de una fuerte contracción de las exportaciones, concentrada en los componentes de bienes y servicios no relacionados con viajes y turismo.
  • La actividad económica mundial se ha estado desacelerando en los últimos meses. Esto es particularmente evidente en China y la zona del euro, así como en el sector manufacturero.
  • Como resultado de diferentes shocks negativos de oferta a nivel internacional, los precios del petróleo y del gas natural han aumentado recientemente más de lo esperado y ello influye en la persistencia de la inflación.
  • El turismo receptor, un gran contribuyente a la economía española, ya ha recuperado sus niveles previos a la pandemia, por lo cual, debería esperarse que su aporte al crecimiento del PIB disminuya en el largo plazo.

 

Estas variables ayudan a explicar buena parte del rezago económico de España, por lo que resultaría prudente mantener un seguimiento sobre ellas.

Previsiones 2024: ¿Qué esperar el año próximo?

Según el Banco de España, las perspectivas para la economía española son relativamente modestas al corto y mediano plazo:

“Teniendo en cuenta todos estos factores, se espera que la tasa media anual de crecimiento del PIB se modere sustancialmente este año y tenga un perfil relativamente estable durante el siguiente período de dos años.”

Veamos cuáles son las principales previsiones 2024 estimadas el pasado mes de septiembre:

Fuente: Banco de España. Informe Trimestral y Proyecciones Macroeconómicas de la Economía Española – Boletín Económico 2023/3T.

Se espera que el crecimiento del PIB alcance una tasa de 1,8% para 2024, lo cual, representa una disminución importante respecto a la estimación de cierre para 2023 de un 2,3%.

Incluso, la estimación de 2024 se redujo con respecto al escenario planteado en junio de este año, cuando se proyectaba un crecimiento de 2,2% para 2024.

En 2025 se estima un crecimiento del PIB en torno al 2,0%; por lo que la actividad económica mantendrá un desempeño estable, aunque no sobresaliente.

En cuanto a la inflación (HICP), se proyecta que aumente a un 4,3% en 2024, para luego decrecer hasta un nivel de 1,8% en 2025. La inflación subyacente pasaría de 2,3% a 1,7%, respectivamente.

Por su parte, la tasa de desempleo continuaría bajando, para cerrar en 11,5% en 2024 y 11,3% en 2025.

Estas previsiones macroeconómicas se van ajustando de forma periódica a medida que el escenario va cambiando cada trimestre.

Por lo pronto, los números indican que la economía española crecerá menos en 2024… Sin duda, la propia desaceleración que ya estamos observando en 2023 con respecto al crecimiento de 2022 (5,8%), tendrá un efecto ulterior sobre la actividad en 2024 y más allá.

Oportunidades y riesgos para la economía española

No podemos pasar por alto otros factores que pueden potenciar o ralentizar el crecimiento. Entre ellos podemos mencionar:

  • El retiro de las políticas públicas adoptadas como respuesta a la crisis energética y al aumento de la inflación, programado para finales de 2023, podría frenar el crecimiento económico español en 2024.
  • En el periodo 2024-2025, la economía española se verá cada vez más impulsada por la disminución de las presiones inflacionarias, la progresiva recuperación de la confianza de los agentes, la fortaleza del mercado laboral y el despliegue de proyectos en el marco del Programa de Recuperación y Resiliencia, así como otras iniciativas europeas.
  • Se estima que las exportaciones españolas de bienes se verán impulsadas a partir del próximo año. Esto gracias a la esperada recuperación de los mercados externos y a las ganancias de competitividad frente al resto de la zona del euro derivadas de una mayor moderación de los costos laborales en España.

 

Los conflictos bélicos en marcha en Ucrania y, ahora mismo, en Oriente Medio, podrían tener graves repercusiones en los mercados de materias primas, sobre todo en hidrocarburos y alimentos. Si estas guerras escalan, harían mucho más difícil la tarea de contener la inflación en España y el resto de Europa, obligando al BCE a mantener los tipos de interés elevados por mucho más tiempo.

¿Qué deberían hacer los españoles para enfrentar sus desafíos económicos?

La economía española se enfrenta a un escenario desafiante en los próximos años, ya que los efectos de la pandemia y la incertidumbre siguen pesando en la recuperación productiva.

A continuación, algunas recomendaciones que podrían ayudar a mejorar las perspectivas del país:

  • Aprovechar los fondos europeos para la recuperación y la resiliencia. El gobierno español ha recibido 140.000 millones de euros de la UE para financiar proyectos que impulsen la transición verde y digital, mejoren la cohesión social y fortalezcan las instituciones públicas. Los españoles deberían controlar cómo se asignan y gastan estos fondos, además de exigir transparencia y rendición de cuentas a sus autoridades. También deberían participar en el diseño e implementación de las reformas y las inversiones necesarias para aprovechar al máximo esta oportunidad.
  • Invertir en educación y habilidades. El mercado laboral español se caracteriza por una alta proporción de trabajadores poco calificados, una gran brecha entre contratos temporales y permanentes, así como un desajuste entre la oferta y la demanda de habilidades. Es preciso mejorar el capital humano adquiriendo nuevas competencias relevantes para la economía actual y futura, como la alfabetización digital, los idiomas, la creatividad y la resolución de problemas. También deberían apoyar políticas que promuevan el aprendizaje permanente, la formación profesional y una educación de calidad para todos.
  • Diversificar e innovar. La economía española depende en gran medida de sectores muy castigados por la pandemia, como el turismo, la hostelería y el comercio minorista. Sería conveniente explorar nuevas oportunidades en sectores que tienen más potencial de crecimiento, como las energías renovables, la biotecnología, el comercio electrónico y la atención sanitaria. También deberían fomentar una cultura de innovación y espíritu empresarial, apoyando a empresas emergentes, centros de investigación y universidades que generen nuevas ideas y soluciones en conjunto con el sector privado.
  • Ahorrar e invertir sabiamente. El bajo crecimiento económico implica menores perspectivas de ingresos y mayor incertidumbre para los españoles. Por tanto, es recomendable adoptar un enfoque prudente en las finanzas personales, ahorrando más, gastando menos y evitando el endeudamiento excesivo. También deberían invertir sus ahorros en activos productivos que ofrezcan mayores rendimientos y menores riesgos, tales como los bonos públicos de buena calificación crediticia y ciertos depósitos a plazo.
  • Cooperar y colaborar. El bajo crecimiento económico plantea un desafío colectivo que requiere una respuesta también colectiva. Es deseable un mayor diálogo social entre todas las partes interesadas: empleadores, sindicatos, sociedad civil y partidos políticos.

 

Hoy en día, la economía española ocupa el cuarto lugar dentro de la UE y el décimo quinto a nivel mundial, pero ha ido perdiendo terreno ante la irrupción de varios países emergentes, tales como China, la India y Brasil.

Es interesante notar que apenas hace 16 años, en 2007, España ocupaba el octavo lugar a nivel mundial… En ese entonces, el endeudamiento público rondaba el 36% del PIB, mientras que en 2023 alcanza un elevadísimo 113%.

Como podrás imaginar, ese mayor endeudamiento no se ha traducido en un crecimiento económico vigoroso, aunque sí compromete cada vez más la sostenibilidad de las cuentas públicas del país y representa un gran factor de riesgo.

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