7.000 afectados en España con los CDA de Triodos
Un gran número de personas se han visto afectadas por las CDAs de Triodos. De no hacer nada, muchos clientes tendrán que asumir grandes perdidas para recuperar sus ahorros
Desde hace 40 años, los clientes de Triodos tienen la opción de invertir su dinero en una clase particular de acciones del banco los CDA o Certificados de Depósito de Acciones. En la práctica estos CDAs funcionan como si fuesen unas acciones del banco, algo que nos daría derecho a obtener los beneficios y a votar en las juntas de accionistas. La diferencia es que los CDAs dan derecho a votar ni a ejercer ningún tipo de poder político, únicamente nos permitirán cobrar los dividendos que la entidad reparta cada año.
Estas participaciones únicamente pueden comprarse y venderse entre los mismos clientes, en un mercado interno, y sirven al banco para financiar sus actividades. Este tipo de producto está lejos de ser sencillo, al no poder deshacernos de él cuando queramos, como con las acciones cotizadas. Por ello, su funcionamiento se asemeja mucho a las participaciones preferentes con las que obtuvieron capital las cajas de ahorro durante la crisis financiera de 2008 y que hicieron que cientos de miles de pequeños ahorradores perdieran sus ahorros.
¿Qué ha pasado con Triodos Bank? ¿Recuperarán su dinero los afectados por los CDAs del banco? Veamos las principales claves de este escándalo que ha hecho estallar la confianza de muchos ahorradores con la banca ética.
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Millones de euros atrapados en los CDAs de Triodos Bank
Todo iba bien hasta la llegada del Covid19. Los CDAs habían permitido durante muchos años, décadas incluso, a Triodos financiarse a través de sus propios clientes. La mayor parte de los que decidieron comprar estos certificados llevaban años contando con los servicios del banco ético, y apoyando su labor. Por ello, ser partícipe del proyecto desde una perspectiva superior, siendo “dueños” del mismo, parecía una elección acertada. Por lo general, nada mejor que participar en una empresa en la que crees y confías.
Pero con la llegada de la pandemia y la incertidumbre, muchos tenedores de CDAs quisieron comenzar a vender sus títulos. Como estos CDA no cotizan en ningún mercado, regulado o no, el único que podía mediar en una compra venta era el propio banco. El problema es que al otro lado no había clientes dispuestos a comprarlas, y Triodos terminó por cerrar el mercado.
Esto significaba que nadie podía ni comprar ni vender sus participaciones y recuperar su dinero. A diferencia de un producto como las acciones, los bonos o los ADR (American Depositary Receipt) que cotizan en los mercados regulados y podemos conocer cuánto vale nuestra posición en cada momento, así como conocer cuántos vendedores y compradores hay interesados en el producto, un producto como los CDA o las conocidas preferentes son un instrumento opaco, sin cotización y cuyo precio y volumen pasa por manos del mismo interesado en su emisión, el banco.
Un mercado sin liquidez
El valor de los CDAs solo puede recuperarse poniendo a la venta las participaciones en un mercado interno regulado por el propio banco. Sin embargo, los clientes denuncian que Triodos ha mantenido el mercado interno cerrado, y que no acepta ni compras ni ventas de CDA. De esta forma, aquellas personas que posean los certificados no tienen la posibilidad de venderlos en ningún otro lugar, aunque esto supusiera venderlos con un descuento.
Esta extraña y precaria situación para todos aquellos que han confiado en el banco y han querido ser partícipes de él a través de este producto comenzó durante lo más crudo de la pandemia de covid19, en palabras de la propia entidad por “la incertidumbre que la pandemia del Covid-19 ha generado en el conjunto de la economía”. Pero, desde entonces, el mercado de CDA solo se abrió durante unas pocas semanas entre los meses de noviembre y enero de 2021. Desde entonces no existe ningún mercado al que acudir si tenemos CDAs para recuperar nuestros ahorros.
Muchos clientes han optado por esperar nuevas noticias del banco para saber a qué atenerse cuando se vuelva a abrir este mercado interno, mientras que otros han preferido agruparse y comenzar a batallar en los tribunales.
Un producto con vinculación emocional
Tan solo en nuestro país se cuentan más de 7.000 personas con CDAs en sus carteras. Casi 50.000 en todo el mundo. El banco holandés está presente en varios países, principalmente Europa, y es quizás el máximo exponente de la denominada banca ética. Una formula en la que las inversiones del banco tratan de dirigirse a proyectos con alto impacto social, aun cuando la rentabilidad es menor que en otro tipo de inversión tradicional.
Los CDAs prometían ser una alternativa “ética” a las acciones de los bancos tradicionales. A cambio de la compra de estos certificados, el banco conseguiría financiarse a bajo coste, y a cambio ofrecía un pequeño dividendo anual.
A diferencia de otros productos similares y que ya suscitaron polémica, como las preferentes, estos CDAs no están enfocados en un cliente mayor, sin conocimientos financieros y con los ahorros de toda una vida en una cuenta corriente sin ofrecer rendimientos superiores al banco, los CDAs de la banca ética buscan un cliente con estudios, de altos ingresos, joven y con una gran preocupación y sensibilización con causas sociales y ambientales. Las emociones juegan un gran papel en la banca ética y Triodos no es la excepción.
El interés vía dividendos que ofrecían estos CDAs no era suficiente para hacerlos un producto de inversión atractivo, sin contar con la inexistencia de un mercado regulado o unos derechos de voto, pero a cambio sentir que estamos contribuyendo a una nueva forma de banca más consciente y responsable era muy atractivo para los clientes de Triodos.
8.000 personas afectadas por los CDA en España
En España, se cuentan casi 8.00 afectados y dada la situación, hay ahorradores que ya se han empezado a movilizar. Varios colectivos han interpuesto las primeras demandas, argumentando que las condiciones de los CDA han cambiado sin previo aviso y de forma unilateral.
Algunos de estos clientes llegan a ver todos sus ahorros afectados, desde 5.000 euros a 250.000 euros, que habían confiado en la entidad y en sus prácticas más responsables.
El banco por su parte ha defendido que el producto responde a los criterios de honestidad y transparencia en los que siempre se ha basado y que se vende como producto de inversión con un riesgo elevado (6 de 6 en la escala de la Comisión Nacional del Mercado de Valores).
Pero ¿Por qué surgen estos CDA? Triodos, por su estructura, no puede tener accionistas que controlen las decisiones finales del banco. El objetivo era mantenerse independiente y no verse sometida a controles externos de accionistas o fondos de inversión. Para mantener esta independencia Triodos creo una Fundación que es quien ostenta la propiedad del banco. Es esta fundación la que emite los CDA, y por ello no ofrecen ningún poder político, ni voto en las decisiones ni en la dirección de la entidad.
Estos CDA son un producto muy particular visto muy pocas veces en la finanzas y mercados de todo tipo. Existen acciones de Triodos, pero el único propietario de estas es la propia fundación. Por su parte los CDAs se apoyan en estas acciones como subyacente, pero no son canjeables por ellas. Por ello, con los CDA tan solo tenemos un derecho económico sobre las acciones, pero no somos propietarios de ninguno de los títulos de Triodos, tan solo de ese derecho. Además, al no poder negociarse fuera del mercado interno del banco no se pueden vender rápidamente y son títulos de por vida.
Un descuento del 30% y salto a cotización
Desde hace un año, los clientes con CDAs están atrapados con sus ahorros. Como solución transitoria Triodos ha aprobado en su asamblea un programa de recompra de CDA por valor de 14 millones de euros, esto implica que cada participación se pagará a 59 euros, un 30% menos que el valor al que los clientes habían comprado sus CDA.
El objetivo de esta recompra es inyectar algo de liquidez al mercado interno de compra venta mientras encuentra la formula para sacar al mercado la cotización de estos certificados. De los 14,5 millones destinados para el programa de recompras, algo más de 3 millones se destinarán específicamente para los clientes que tengan necesidades vitales urgentes, como alquileres, préstamos, gastos médicos o alimentación, además de no contar con otros activos con los que hacer frente a estos gastos. El máximo importe para ofrecer en la recompra de CDA por parte del propio banco será de 6.000 euros por titular.
Pero esta es solo una solución a corto plazo, a medio plazo el banco ha decidido sacar a negociación publica los títulos, en un Sistema Multilateral de Negociación (SMN), similar a la bolsa de acciones, donde el valor de los CDA fluctuará con cada compra venta, y el precio de cada titulo reflejará en todo momento el apetito inversor de los partícipes.
Esto es un enorme cambio para aquellos ahorradores que confiaron en los CDA como una formula “no especulativa” de participar en las actividades de la entidad ética, cuando los CDA coticen no se diferenciarán de una acción con subidas, bajadas y volatilidad diaria.
Dada la situación actual es presumible que el valor de estos CDA sea mucho menor cuando finalmente se abra la posibilidad de venderlos en el mercado y muchos ahorradores se agolpen a venderlos con un gran descuento para tratar de recuperar su dinero aunque sea a cualquier precio. Para aquellos que tengan CDAs hoy, ninguna de las soluciones propuestas por la entidad parece evitarles una gran pérdida económica, pero sobre todo, y la clave de este caso, es la perdida emocional de estos clientes que confiaron en la “otra banca”, pese a que finalmente parece mucho más similar a la banca tradicional de lo que muchos imaginaban.