Criptomonedas en planes de jubilación: la apuesta de EE.UU. y su distancia con Europa

El pasado 7 de agosto, la industria cripto celebró otra victoria, después de que el gobierno estadounidense de Donald Trump emitiese una orden ejecutiva que abría la veda a la introducción de capital privado y productos de riesgo en los planes de jubilación nacionales.
Esta ampliación de los productos permitidos, que incluye a las criptomonedas, se aplicará concretamente a los planes 401(k), los programas de retiro que las empresas ofrecen a sus trabajadores, regulados por la Ley de Seguridad de los Ingresos de Jubilación de los Empleados (ERISA, por sus siglas en inglés) de 1974.
El objetivo es permitir que una mayor porcentaje de los ciudadanos pueda acceder a “las oportunidades potenciales de crecimiento y diversificación asociadas con las inversiones en activos alternativos”, como indican desde la Casa Blanca.
Aunque esta orden tardará aún tiempo en materializarse, dado que las instituciones deben adaptar protocolos y normativas, supone un nuevo y decisivo paso que toma Trump en la normalización de las criptomonedas. El presidente norteamericano ha apoyado durante su última campaña a la industria cripto, tanto participando activamente en el mercado con sus propias empresas (World Liberty Financial) como de forma implícita en su acercamiento a figuras como Elon Musk.
Antes y después de la regulación: qué cambia exactamente
Este cambio regulatorio no trata solo de progresar en la institucionalización de las criptomonedas. También se adapta a una nueva tendencia en crecimiento: inversores, sobre todo jóvenes o con alta tolerancia al riesgo, combinan valores tradicionales con productos nuevos para buscar mayor rentabilidad.
Así, la orden de Trump invita a introducir los siguientes productos financieros:
- Inversiones en el mercado privado, incluyendo acciones, deuda u otros instrumentos no cotizados y con posible participación activa en su gestión.
- Bienes raíces, incluidos instrumentos de deuda respaldados por participaciones inmobiliarias.
- Vehículos de inversión de gestión activa que invierten en activos digitales.
- Materias primas.
- Proyectos de desarrollo de infraestructura.
- Estrategias de renta vitalicia, incluyendo fondos de reparto de riesgos de longevidad.
Según el Investment Company Institute, en 2020 había alrededor de 600.000 planes 401(k), con alrededor de 60 millones de participantes activos y millones de exempleados y jubilados adscritos, por lo que hablamos de una de las fórmulas de ahorro más populares en Estados Unidos.
La Administración Trump defiende que “todo estadounidense que se prepare para su jubilación debería tener acceso a fondos que incluyan inversiones en activos alternativos cuando el fiduciario del plan pertinente determine que dicho acceso proporciona una oportunidad adecuada para que los participantes y beneficiarios del plan mejoren el rendimiento neto ajustado al riesgo de sus activos de jubilación”.
Con esta orden ejecutiva, Trump gira por el completo el tono cauto que el gobierno federal mantenía sobre la inversión en activos digitales y capital privado. La guía vigente en la era Biden, emitida en 2022, pedía a los gestores ejercer un “cuidado extremo” y alertaba de riesgos como el fraude, la volatilidad, la falta de protección de la custodia y la incertidumbre jurídica. Ahora, las criptomonedas y otros activos de riesgo pasarían a percibirse como cualquier otro activo, sin un escrutinio especial.
La regulación de criptoactivos en Europa y España
Aunque pueda parecer que la UE no ha apretado tanto el acelerador, en realidad se han hecho esfuerzos regulatorios durante los últimos años que también han institucionalizado las criptomonedas en la región europea, permitiendo a bancos y firmas establecer, aunque tímidamente, una oferta de cripto determinada para ciertos perfiles de clientes.
El Reglamento europeo sobre los criptoactivos (MiCA) aprobado en 2023 sirve de guía para las instituciones financieras a la hora de ofrecer activos digitales. Entidades como BBVA y Santander ya ofrecen carteras con cripto, y CaixaBank está en proceso de sacar su propia oferta este 2025. Aunque en un principio estas líneas iban dirigidas a un perfil de inversor específico, con mayor capital y tolerancia al riesgo, con el paso del tiempo estos bancos han ampliado el acceso a estos activos.
Por otro lado, en Francia ya es posible exponerse a Bitcoin en un plan de pensión gracias a un vehículo que cotiza en Bolsa (ETN por sus siglas en inglés) que salió al mercado en 2024, en el marco de una colaboración entre gestora y plataforma de inversión.
En España, donde la gestión pública de las pensiones es mayoritaria, no existe una forma de exponerse a capital privado similar a la de un plan 404(k). Además, conviene recordar que un plan de pensiones es fundamentalmente un plan de ahorro, no de inversión, y que es conservador por naturaleza. Pero eso no significa que los ciudadanos no tengan alternativas si están convencidos de la solidez del mercado cripto en el futuro.
Utilizar fondos indexados (ETFs), roboadvisors y otro tipo de fórmulas privadas se está popularizando entre los inversores jóvenes, que buscan métodos alternativos con los que entrar rápido en la economía digital.
Otro fenómeno reciente es el del crowdlending inmobiliario, que te permite entrar con poco capital en este mercado. Las criptomonedas, por su parte, y sobre todo las que son de suministro limitado, como Bitcoin, pueden verse como colchón frente a la inflación, ya que no hay un poder unilateral capaz de aumentar la oferta.
Cuál es el propósito del plan de pensiones
Lo que vemos, por tanto, es que aunque de momento en Europa no es común encontrar un plan de jubilación expuesto a este tipo de inversiones de riesgo, es posible crearse un fondo de jubilación propio mediante estrategias de inversión a largo plazo, usando alguno de los vehículos que hemos comentado.
Pero esto sin olvidar nunca que un plan de pensiones ha de ser necesariamente cauto, y por ello, más que una inversión directa en Bitcoin, por ejemplo, es interesante encontrar un mix que suavice la volatilidad del mercado cripto. Y por supuesto, acudiendo siempre a entidades reguladas por instituciones oficiales como la CNMV.
En marzo, la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA) emitió una recomendación a la Comisión Europea pidiendo un ratio one-to-one. Esto es, un euro de reserva propia por cada euro invertido en criptomonedas para protegerse del riesgo. Según esta institución, el reglamento MiCA aún no alcanza a definir del todo el terreno común, y es necesaria mayor protección para los inversores en cripto.