¿Qué es un PIAS y cómo funciona? ¿Merece la pena o es una estafa?
Los PIAS son productos que se han puesto de moda en los últimos tiempos, como alternativa a los fondos de inversión más tradicionales o a los fondos indexados. Más rentables que una cuenta remunerada, los PIAS se caracterizan por sus ventajas fiscales.
Vamos a conocer en profundidad este producto y explicar sus ventajas e inconvenientes con respecto a otros productos similares.
¿Qué es un PIAS?
Un PIAS (Plan Individual de Ahorro Sistemático) es un seguro de vida-ahorro pensado para hacer aportaciones periódicas, que suelen ser mensuales, con las que se crea un dinero para compensar la pensión pública. Es una alternativa a los planes de pensiones ya que permite recuperar el dinero en cualquier momento. El objetivo del PIAS es fomentar el ahorro periódico y ordenado con el atractivo de los beneficios fiscales, aunque estos están sujetos al cumplimiento de ciertas condiciones.
Los PIAS solo pueden ofrecerlos entidades aseguradoras autorizadas. Es decir, técnicamente, no son fondos de inversión ni cuentas de ahorro, aunque tienen puntos en común.
Aunque enseguida lo tratamos en profundidad, uno de los elementos más atractivos del PIAS es su tratamiento fiscal. Si el ahorro se mantiene al menos cinco años y se cobra como una renta vitalicia, los beneficios quedan exentos de tributación en el IRPF. Unas características que convierten los PIAS en herramientas atractivas para la planificación de la jubilación.
La rentabilidad de un PIAS depende de la política de inversión de la aseguradora y de la evolución de los mercados. Hay algunos con estrategias conservadoras, centradas en renta fija y liquidez, y otros más agresivos, con un mayor peso en renta variable global.
Son una fórmula híbrida que combina seguridad, potencial de rentabilidad y eficiencia fiscal, pero dependerá del perfil del ahorrador, su disciplina de aportaciones y el horizonte temporal.
¿Cómo funciona un PIAS?
Para comprender cómo funciona un PIAS, vamos a explicarlo en pasos.
El valor del PIAS evolucionará según rindan los activos de la cartera, al igual que en un fondo de inversión.
Una característica esencial es que el formato asegurador añade cobertura de fallecimiento. Es decir, si el titular muere, los beneficiarios recibirán el capital acumulado con un porcentaje adicional como indemnización.
Pero el gran atractivo del PIAS está en su naturaleza fiscal. Al rescatar el capital, si se han cumplido al menos cinco años desde la primera aportación y el capital se ha transformado en renta vitalicia, las plusvalías no tributarán en el IRPF. Esta renta vitalicia se calcula en función del capital acumulado y la esperanza de vida del asegurado, y se cobra en forma periódica.
Ventajas de invertir en un PIAS
Aunque ya hemos mencionado algunas de ellas, vamos a enumerar las ventajas de invertir en un PIAS:
- Beneficio fiscal: Es la principal. Si se cumplen las condiciones, los beneficios no tributan.
- Ahorro disciplinado: Como hay que hacer aportaciones periódicas, el ahorro es más constante y evita decisiones impulsivas.
- Gestión delegada: No tenemos que seleccionar activos como inversores, la aseguradora se encarga de la estrategia.
- Cobertura de seguro de vida: Incluye una indemnización en caso de fallecimiento. Es la principal diferencia con un fondo de inversión tradicional.
- Flexibilidad de las aportaciones: Se puede ajustar el ritmo de inversión en función de las condiciones financieras que disfrutemos en cada momento.
Inconvenientes de invertir en un PIAS
Un PIAS no es un producto, ni mucho menos, ideal. Hay varias imperfecciones en su propia composición. Estos son los principales inconvenientes de invertir en un PIAS:
- Liquidez limitada: Aunque se puede rescatar antes de tiempo, si lo hacemos antes de cumplir las condiciones perderemos las ventajas fiscales.
- Rentabilidad variable: Su rendimiento depende de los mercados y de la política de inversión de la aseguradora, que no siempre será la mejor para todos.
- Comisiones poco transparentes: Al estar integradas en la póliza, el coste real de gestión no siempre es evidente para los inversores.
- Aportaciones limitadas: Solo podremos aportar 8.000 € anuales y 240.000 € totales, algo que puede limitarnos si somos inversores con grandes rentas.
- Condiciones rígidas: No todos los inversores podemos comprometer nuestro capital durante cinco años.
- Menor control del inversor: No permite modificar libremente los activos concretos de la cartera, a diferencia de un bróker o un fondo autogestionado.
PIAS: ¿Oportunidad o estafa?
Los PIAS son unos de los productos que más controversia generan en el mundo de las finanzas. Para algunos, son una oportunidad fiscal y de ahorro a largo plazo muy potente. Para otros no es más que una trampa disfrazada de producto seguro.
Los PIAS se rigen bajo la legislación española y están supervisados por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP). Esto significa que no son una estafa en el más estricto sentido legal dado que la entidad que lo comercializa debe cumplir estrictas normas de solvencia, información y protección al cliente.
Se puede considerar una ‘estafa’ por las expectativas mal gestionadas. El comercial que nos ofrece este producto lo suele presentar como “seguro” o con “rentabilidad garantizada”. Pero lo cierto es que la rentabilidad depende de los mercados y, obviamente, no está asegurada. Al estar envuelto en una póliza de seguro, sus costes pueden ser más altos que los de un fondo indexado y esto merma el rendimiento final.
Además, como repasábamos antes, la liquidez está condicionada porque recuperar el dinero antes de que se cumplan cinco años de la primera aportación supone no beneficiarnos de las ventajas fiscales.
Así las cosas, todo depende, como casi siempre, del perfil del inversor. Quienes priorizan el ahorro constante, un horizonte de largo plazo y la gestión delegada, pueden encontrar en el PIAS una oportunidad. Pero deben entender bien sus condiciones y asumir que no es aquello que nos prometen en el momento de contratarlo.
PIAS vs otros productos de inversión
Ahora que hemos definido qué son los PIAS, cómo funcionan y por qué tienen mala fama, vamos a comprarlos con otros productos similares.
PIAS vs fondos indexados
A diferencia de los PIAS, en los fondos indexados el inversor compra participaciones de ese fondo, que replica un determinado índice. Tienen una estructura más sencilla y transparente. Hay que recordar que en los PIAS es la aseguradora la que invierte en fondos, que pueden ser indexados, mixtos o de gestión activa.
Los fondos indexados, al contrario que los PIAS, no ofrecen exención fiscal total, pero permiten el traspaso entre fondos sin tributar.
En cuanto a los costes, ahí está una de las grandes diferencias. Los PIAS incluyen comisiones de gestión, administración y cobertura, que pueden elevar el coste entre el 1% y el 2%, generalmente. Mientras, en los fondos indexados las comisiones son mucho más bajas, entre el 0,10% y el 0,40% anual.
Para los inversores que valoren las ventajas fiscales y la disciplina del ahorro sobre los bajos costes, la flexibilidad y el control directo sobre su cartera, los PIAS son los instrumentos más adecuados.
PIAS | Fondos indexados |
---|---|
Incentivo fiscal | Menores ventajas fiscales |
Dependencia de la aseguradora | Traspasos entre fondos sin tributar |
Disciplina de ahorro automático | Mayor tentación de cambiar de estrategia |
Menor flexibilidad | Más transparencia |
Gestión delegada | No tienen seguro de vida asociado |
Costes más altos | Comisiones muy bajas |
Cobertura de seguro de vida | Liquidez total |
PIAS vs planes de pensiones
PIAS y planes de pensiones parten de una similitud de fondo, ambas son herramientas de ahorro a largo plazo. Sin embargo, sus estructuras, fiscalidad y flexibilidad son muy diferentes.
El plan de pensiones está pensado exclusivamente para la jubilación, con aportaciones que se invierten en diferentes activos en función del inversor. Al fin y al cabo su principal finalidad es generar un capital que se reciba como una renta cuando llegue la hora de finalizar la actividad laboral.
En materia fiscal, la gran ventaja de los planes de pensiones está en las aportaciones. Reducen la base imponible del IRPF, pero solo hasta 1.500€ anuales para particulares.
Sin embargo, son aún menos flexibles que los PIAS en cuanto a la liquidez. Solo se puede rescatar el capital al jubilarse o en supuestos excepcionales. Eso sí, sus comisiones están reguladas y no pueden sobrepasar el 0,85%.
PIAS | Planes de pensiones |
Flexibilidad de rescate | Liquidez muy limitada |
Dependencia de la aseguradora | Diseñados específicamente para la jubilación |
Beneficio fiscal | Tributación como rendimiento del trabajo al rescatar el capital = Tipo elevado |
Costes más altos | Comisiones máximas reguladas |
Cobertura de seguro de vida | Deducción fiscal directa |
La rentabilidad no siempre compensa la falta de liquidez |
PIAS vs cuentas remuneradas
Los PIAS y las cuentas remuneradas comparten un objetivo, que el dinero del inversor crezca. Aunque tienen diferente estructura, plazos y rentabilidades.
La cuenta remunerada paga un tipo de interés al cliente sobre el saldo que este ha depositado en el banco. Reduce el riesgo, dado que el rendimiento del mercado no influye en la retribución al cliente. Pero ese mismo factor reduce la rentabilidad del producto.
Las cuentas remuneradas, por norma general, no tienen comisiones de mantenimiento ni costes de gestión siempre que se cumplan los requisitos del banco, como depositar un saldo mínimo o domiciliar los ingresos.
PIAS | Cuentas remuneradas |
---|---|
Incentivo fiscal | Rentabilidad baja |
Menor flexibilidad | Liquidez total e inmediata |
Disciplina de ahorro automático | No protege contra la inflación a largo plazo |
Costes más altos | Rentabilidad fija y sin riesgo |
Gestión delegada | Condiciones promocionales temporales |
Dependencia de la aseguradora | Sin comisiones de mantenimiento |
Cómo elegir un PIAS
Para seleccionar un PIAS adecuado hay que tener en cuenta varios factores clave que nos permitan, como inversores, alinear el producto a nuestros objetivos y perfil.
Una vez nos hemos decidido a contratar un PIAS, el siguiente paso será vigilar nuestra inversión.
En primer lugar, debemos aprovechar las herramientas que las aseguradoras nos ofrecen: plataformas y apps donde consultar en tiempo real el valor de nuestra inversión, los movimientos realizados y la evolución histórica.
Tendremos que revisar periódicamente los informes trimestrales o semestrales que la aseguradora nos facilite. También es recomendable comparar el rendimiento del PIAS con índices de referencia o con productos similares.
Es importante que sepamos en todo momento cómo cambian las condiciones del producto, especialmente los plazos para mantener los beneficios fiscales y las condiciones de rescate.
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