Ahorro y criptos: así gestiona su dinero la generación Z

¿Cómo ahorra y gasta la generación Z?

La generación Z se distingue por varios cambios conductuales frente a generaciones anteriores que sorprenden, a veces para bien y otras para mal. Por ejemplo, se celebra el menor consumo de alcohol entre los jóvenes, pero se constata un problema de aislamiento o salud mental que se suele ligar al uso de redes sociales o Internet.

En el ámbito económico, la generación Z también muestra patrones concretos que pueden ser opuestos a los que mucha gente pensaría. Por ejemplo, son más ahorradores de lo que podríamos creer, más cautos con los gastos, y también innovadores en cuanto al uso de tecnología financiera.

A continuación, vamos a describir los patrones de gasto y ahorro que marcan la agenda económica de los Z, repasando aspectos a mejorar y otros de los que todos deberíamos aprender.

Aprovechan la banca digital

Como nativos digitales, los jóvenes Z están cada vez más acostumbrados a usar tecnología bancaria; no ya solo las apps de los bancos tradicionales, sino aplicaciones y neobancos 100% digitales como por ejemplo Revolut o N26. Según cifras de BNP Paribas, el 36% de los jóvenes entre 16 y 27 años prefieren la operativa bancaria 100% digital, con solo un 20% que prefiere la experiencia híbrida app/oficina.

Esta inclusión de la tecnología financiera en sus vidas les ha aportado varios beneficios, ya que les permite un mayor seguimiento y control de su dinero.

Por ejemplo, con notificaciones instantáneas y acceso las 24 horas del día a su cuenta, los Z son más conscientes del impacto de cada gasto en su cuenta, y también pueden ajustar objetivos o límites de gasto voluntarios en dichas plataformas.

A medida que este tipo de fintechs aplican lógicas similares a las de las redes sociales, los jóvenes pueden compararse con facilidad y seguir comportamientos similares, como metas de ahorro o social trading. Todo esto, en general, les hace más autoconscientes de sus finanzas y salud financiera, y proclives a usar los productos de ahorro con los que los neobancos buscan captar fondos.

Entre los Z que invierten, un 36% lo hace en acciones y un 32% en fondos de inversión, buscando un retorno de la inversión a corto plazo. Además, se abren a nuevas posibilidades, como las criptomonedas, en las que han entrado el 50% de los nativos digitales con inversiones, según el Observatorio del Ahorro Familiar. En el lado negativo, este gusto por las cripto no va ligado a un mayor conocimiento financiero, por lo que están expuestos al riesgo.

Conscientes del entorno desfavorable

Pese a que, como veremos a continuación, los Z no han dejado de gastar, sí que son más conscientes de la importancia del ahorro, debido a las circunstancias adversas que les rodean desde pequeños.

Desde la crisis de 2008 hasta el aumento de inflación post-Covid, pasando por el problema de la vivienda y del estancamiento de los salarios, los Z comprueban que es necesario mantener una buena salud financiera para sobrevivir al difícil entorno laboral y económico. Según Deloitte, el coste de vida es la mayor preocupación de este grupo de edad.

Además, su mayor consciencia de problemas como el cambio climático, y el mayor acceso a información sobre marcas y empresas en Internet, les hace proclives a pensar más antes de adquirir un producto, valorando si se ha producido de forma sostenible, o de si la marca tiene buena reputación y reseñas. También la incertidumbre causada por el impacto de la inflación podría incitarles a ahorrar más en el futuro, aunque los más jóvenes aún no piensan sobre su jubilación en su día a día.

A estas tendencias se suma el menor consumo de productos como la lotería o el alcohol, así como menor gasto en suscripciones como prensa digital o televisión por cable, sustituida ahora por las plataformas de streaming.

Pero, aunque todo esto supone un contrapeso positivo, el enorme auge del comercio electrónico, con servicios como Amazon o AliExpress y agencias de viajes online, acaba aumentando el gasto de los Z.

Demasiado gasto en comercio online

Según el último Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, el 64% de los jóvenes españoles de la Generación Z admite haber gastado más de lo que podían permitirse en compras online, debido a lo fácil que es hoy comprar por Internet y de la presión ejercida por el marketing en redes sociales. Así, la mitad de los jóvenes Z (un 47%) confiesa haber realizado compras compulsivas tras ver publicidad en redes sociales.

Estas compras poco responsables producen después una carga emocional, una culpabilidad que “se suma a la tensión económica que ya sufren muchos hogares, especialmente cuando se combina con la falta de conocimientos financieros adecuados», indica el estudio.

Esto explica esta cómica frase, convertida en meme, que suele leerse en redes sociales y que viene a decir que “si lo pagas con tarjeta, no es real”, en el sentido de que la facilidad de comprar por Internet hace más difícil sentir la carga del gasto inmediatamente.

Finalmente, el enorme gasto que implica un alquiler en España impacta con dureza sobre la capacidad de ahorro de los jóvenes, que ven su patrimonio mermar incluso con conductas de gasto responsable. Con todo ello, vemos que la Generación Z tiene que hacer frente a la influencia de la publicidad y al consumo online, pero que las nuevas tecnologías financieras les permiten un control más atento de su dinero. También la llegada de la inteligencia artificial puede mejorar la alfabetización financiera de los jóvenes, en tanto que estos acuden a la IA para hacerle preguntas y pedirle consejos sobre ahorro y finanzas personales.

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