Las stablecoins crecen frente a las cripto y podrían convertirse en el gran hito de la blockchain

Cuando hablamos de criptomonedas, la mayoría de las personas piensa en Bitcoin. En el caso de alguien más familiarizado con el tema, tal vez piense en Ethereum, Monero o Solana, otras de las criptos más populares y especializadas en distintos objetivos. Pero, ¿y si en el futuro la más conocida pasase a ser, por ejemplo, Tether?
Mientras Bitcoin acapara titulares con sus récords de capitalización y fluctuaciones vertiginosas, las stablecoins han ido consolidando su papel en el ecosistema cripto con mayor discreción. Las stablecoins o monedas estables son aquellas que mantienen su valor equiparado al de una moneda fiat a la que se emparejan. Tether, la stablecoin más popular, está emparejada con el dólar, y siempre intentará mantener esa paridad 1-1.
Las stablecoins cumplen un rol importante a la hora de conectar la industria financiera tradicional con el ecosistema cripto, y sus beneficios son tantos que han ido acaparando tasa de mercado en los últimos años. Ahora, algunos expertos señalan que las stablecoins podrían convertirse en el mayor producto cripto, eclipsando al de las propias criptomonedas.
Las stablecoins inflan el globo cripto
La popularidad de las stablecoins está creciendo con fuerza y podría tener un impacto significativo en las finanzas globales en los próximos años. Con casi 300.000 millones de dólares, el mercado ha crecido un 42% en lo que va del año, casi el doble del crecimiento del 21% de las criptomonedas en general.
Según JPMorgan se estima que el mercado de las stablecoins, actualmente valorado en 260.000 millones de dólares, podría alcanzar los 2 billones según su escenario más optimista, potenciado por la recientemente aprobada ley GENIUS en Estados Unidos. Este mercado ha crecido un 42% en lo que va de año, casi el doble del crecimiento del 21% de las criptomonedas en general.
Standard Chartered coincide en este diagnóstico y apunta a un crecimiento acelerado en los próximos años. Su jefe de investigación de activos digitales, Geoff Kendrick, prevé que la capitalización de las stablecoins pase de los 240.000 millones actuales a 750.000 millones de dólares a finales de 2026, impulsada por una adopción más amplia y una mayor claridad regulatoria.
Hoy, las stablecoins representan aproximadamente el 7,5% del total del mercado cripto, valorado en 3,8 billones de dólares, y alrededor del 1,3% de la oferta monetaria M2 de Estados Unidos, un aumento de 35 puntos básicos desde comienzos de año. Estas cifras muestran que las stablecoins están posicionándose en un punto privilegiado: el de la intersección entre el dinero fiat y las criptomonedas.
Impacto positivo en el dólar
Aunque algunos bancos europeos, entre ellos CaixaBank, BBVA o Santander, están actualmente trabajando en proyectos de stablecoins vinculadas al euro, actualmente las stablecoins más populares son las ligadas al dólar.
Dado que las stablecoins necesitan contar con reservas de dólar para asegurar esa paridad en valor, los analistas de JPMorgan indican que la adopción masiva de estos activos digitales podría generar una demanda adicional de hasta 1,4 billones de dólares estadounidenses de aquí a 2027.
Por tanto, la popularización de este activo digital no contribuiría a la desdolarización, sino, por el contrario, reforzar el papel del dólar en el sistema financiero mundial.
Influencia de la Ley GENIUS en las stablecoins
La Ley GENIUS, acrónimo en inglés de “Orientación y Establecimiento de la Innovación Nacional para las Stablecoins de EE. UU.”, es una ley aprobada el pasado julio por la Administración que establece un marco regulatorio específico para las stablecoins, dotándolas de mayor seguridad jurídica.
Entre otros, la norma fija un sistema para las licencias de emisión, obliga a realizar auditorías y a ofrecer transparencia, y exige un respaldo total 1-1 del activo. Es decir, que la stablecoin debe tener en sus reservas los dólares equivalentes a la cantidad ofertada.
El mercado de las stablecoins, aun sin alternativas populares ligadas al euro, está dominado en un 99% por el dólar estadounidense. Con un valor de 225 mil millones de dólares, estas stablecoins comprenden el 7% de todo el valor del ecosistema cripto, valorado en 3 billones, según JPMorgan Global Research.
Este septiembre marcó el séptimo mes consecutivo de crecimiento en el mercado de las stablecoins, pese a un mercado cripto general que ha experimentado turbulencias.
Ventajas y desventajas de las stablecoins
La clave de este fenómeno está en las ventajas de las stablecoins frente a las volátiles criptos. Las criptos estables son fáciles de custodiar y de transferir, y también son más rápidas a la hora de hacer transferencias, como indican desde JPMorgan. Pueden ser incluso más idóneas que las monedas fiat, ya que permiten intercambios fuera de los horarios habituales de los sistemas financieros tradicionales.
Por supuesto, también tienen su contrapartida. Por ejemplo, pese a intentar mantener el valor 1-1 con la moneda de referencia, su cotización puede desviarse cuando se negocian en mercados secundarios, en un fenómeno conocido como singleness.
Además, tampoco son del todo elásticas, dado que cada nuevo token requiere contar con un respaldo, esto es, dólares en caja.
Las monedas ganadoras
Como hemos dicho, en la actualidad el mercado stablecoin está dominado por las equivalentes al dólar. Por ello, las criptos estables que más se beneficiarán de la ley GENIUS serán Tether y la USD Coin (USDC) de Circle.
Tether ha visto caer su cuota del 67,5% a comienzos de año al 60,4%. La stablecoin sintética USDe de Ethena también ha ganado terreno, aumentando a 14.400 millones de dólares en circulación y asegurando una cuota de mercado del 5%.
A finales de septiembre, Tether anunció que está en conversaciones con inversores para recaudar hasta 20.000 millones de dólares, lo que le convertiría en una de las compañías privadas más valiosas del mundo. Según Bloomberg, la compañía con sede en El Salvador busca reunir entre 15.000 y 20.000 millones de dólares a cambio de un 3% de su capital mediante una colocación privada.