Cómo solventar tus Deudas: Consejos prácticos

El primer error de un insolvente es dejar que las deudas se acumulen, pero el verdadero fracaso es dejar pasar el tiempo sin hacer nada.

Si has acumulado muchas deudas y estás teniendo problemas para pagar, entonces es momento de tomar cartas en el asunto. Es por esto que traemos una serie de consejos prácticos para solventar deudas, que te ayudarán a organizar y trazar un plan de acción.

¿Listo para olvidarte de todas tus deudas? Sigue leyendo y ¡manos a la obra!

Toma consciencia de tus compromisos

No se soluciona lo que se niega. Es momento de que dejes de hacer la vista gorda y asumas que tienes deudas pendientes. Suena básico porque lo es, pero es también el primer paso hacia la solvencia.

La mayoría de los casos de deudas acumuladas inician porque las personas ignoran sus obligaciones y empiezan a adquirir otras nuevas. Cuando se han acumulado más de las que se pueden manejar no se puede seguir negando el problema.

Es necesario que hagas una lista de tus deudas pendientes ¡sin obviar ninguna! Desde la más grande hasta la más pequeña, y si estas deudas generan más pasivos (como intereses, por ejemplo) calcúlalos también.

Organiza y jerarquiza tus deudas

Cuando tengas plena consciencia de tu estado financiero, es momento de organizar tus deudas. Para ello, deberás coger tu lista de deudas y empezar a organizarlas por nivel de urgencia y prioridad.

Procura dar siempre mayor prioridad a las deudas que están próximas a vencerse, porque esto puede generar multas o incluso más deudas (y nadie quiere eso, ¿verdad?). Luego suma importancia a las deudas que generan los mayores intereses.

Las deudas con mayores beneficios, con planes de pago más cómodos o las que no generan intereses son las que quedarán al final de la lista.

Recorta gastos innecesarios

Cuando las deudas se han acumulado será necesario evitar generar nuevos compromisos financieros. De manera que no solo se trata de salir de las deudas existentes sino también de tratar de no entrar en otras nuevas.

Para algunas personas puede resultar difícil tener la voluntad de abstenerse a hacer nuevas compras. Por lo que una buena forma de lograrlo es comunicar tu meta a algún familiar cercano, amigo o pareja. Si se tiene una familia todos deberán contribuir en la no generación de nuevas deudas, sino, al menos te darán apoyo y estarán ahí para recordarte tus límites.

Otra forma de recortar gastos es optar por alternativas más baratas de servicios y productos que ya consumes. Para ello puedes aprovechar ofertas de temporada o cupones de descuento. Si lo conviertes en un hábito pronto te darás cuenta de que poco a poco habrás ahorrado una cantidad importante de dinero.

Ten siempre presente que se trata de un estado transitorio y que el sacrificio valdrá la pena. Luego de un par de meses, cuando tus finanzas estén en orden podrás retomar tu estilo de vida con las precauciones pertinentes.

¡Que esté en oferta no quiere decir que lo necesites!

En relación al punto anterior, es necesario distinguir entre aprovechar una oferta porque es una forma de ahorrar dinero en tus gastos fijos, que aprovechar una oferta por pura impulsividad. Es común que las personas se dejen llevar por precios atractivos y terminen comprando objetos innecesarios solo por “no dejar pasar” una “oferta irresistible”.

Ten precaución con el uso de las tarjetas de crédito

Las tarjetas de crédito pueden ser un recurso bastante útil, pero cuando las deudas se han acumulado hacer uso de tu tarjeta de crédito no es una buena idea. Esto se debe a que solo estás asumiendo aún más deudas con el banco, y no solo eso, se trata de una deuda que genera intereses.

Te recomendamos cancelar tus tarjetas de crédito, o al menos guardarlas por un tiempo y evitar usarlas a menos que se trate de una verdadera emergencia.

Traza un plan de acción

Hasta ahora hemos hablado de identificar tus deudas, organizarlas y enfocarte en no generar más cargas. Sin embargo, nada de lo anterior es suficiente para solventar tus obligaciones monetarias. Por lo que es necesario tener un plan de acción que te ayude a disminuirlas progresivamente.

Puedes empezar planteándote las siguientes preguntas:

¿Cuál es la deuda más próxima a vencerse? Esto lo habrás determinado al organizar tus deudas. Esa deuda en particular deberá ser la primera en solventar, o al menos hacer un buen importe al capital (no solo a los intereses).

¿De dónde saldrán los fondos para hacer tal pago? Saldrán del ahorro mensual que supondrá haber recortado los gastos innecesarios que hayas identificado con anterioridad.

Después de haber saldado la primera deuda todo comenzará a avanzar con más rapidez, a esto se le llama el método “Bola de nieve”. Lo que se quiere con este método es que la segunda deuda la pagues con los ahorros mensuales, a los que deberás sumar la cantidad de dinero que correspondería a la cuota de la deuda saldada.

De manera que mientras más deudas pagues más dinero tendrás para solventar las siguientes.

Empieza pagando las más pequeñas

Lo ideal es solventar en primer lugar las deudas próximas a vencimiento, pero después de hacer esto aconsejamos seguir por las deudas más pequeñas. De manera que al momento de enfrentar las más grandes, tengas mayor capacidad económica por haber cancelado todas las deudas pequeñas.

Genera ingresos extras

Una forma de acelerar el proceso es generando ingresos extras. Sabemos que esto no es una posibilidad para todos, pero si tienes el tiempo y la disponibilidad, no estaría mal evaluar conseguir un segundo empleo a tiempo parcial. O tal vez aprender a generar ingresos pasivos con ventas por internet o trabajo online.

Siguiendo estos sencillos pasos podrás esclarecer tu camino hacia la solvencia económica. Pero nada de esto será eficiente si no pones de tu parte, por lo que deberás mantener siempre una actitud de responsabilidad y enfoque.