¿Qué es la inversión socialmente responsable y por qué es importante para el futuro?
La inversión socialmente responsable (ISR), la inversión social o la inversión sostenible, es un estilo de inversión en el que se tratan de alinear nuestras inversiones con nuestros valores, creencias y visión del mundo.
Cuando invertimos en acciones, bonos o fondos de inversión socialmente responsables, no solo buscamos obtener una rentabilidad acorde al riesgo que queremos asumir, sino que también podemos tener en consideración otras cuestiones importantes que no se traduzcan en una ganancia económica, como la salud de una organización, su impacto en la comunidad local, en el medio ambiente y el bienestar de las personas que la componen.
Al invertir en empresas que tienen un impacto positivo en la comunidad, el medio ambiente y el mundo, podemos asegurarnos de que nuestras inversiones hacen algo más que obtener rentabilidad, sino que también pueden cambiar la sociedad a mejor.
Las estrategias de inversión socialmente responsable se han hecho cada vez más populares en los últimos años y hoy en día podemos encontrar fondos de inversión y ETFs especializados en este tipo de inversión.
¿Que es la estrategia de inversión sostenible?
En el año 2020, tan solo en los Estados Unidos el crecimiento de los activos gestionados con criterios sostenibles (ASG – Ambientales, Sociales y de Buen Gobierno Corporativo) ha crecido más de un 40% desde el año 2018, con casi 17.000 millones de euros bajo gestión.
Los criterios ASG miden la forma en la que una empresa apoya la sostenibilidad medioambiental, cómo remunera a sus empleados y accionistas, y que impacto tiene en su comunidad local.
En otras palabras, los criterios ASG son un sistema de calificación de la sostenibilidad de las empresas en cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza. Esa calificación se utiliza luego para evaluar a esa empresa frente a otras de su sector.
Pero veamos cuales son los criterios que se utilizan para seleccionar empresas en cada una de las tres patas de los ASG:
- Los estándares comunes para determinar las buenas prácticas ambientales de una empresa incluyen el reciclaje y la eliminación de residuos, las emisiones de gases de efecto invernadero, las políticas de cambio climático y los productos o tecnologías verdes.
- En el ámbito social, se valoran programas de formación de los empleados, la compensación, la seguridad, la diversidad y la inclusión, y las actividades de protección del consumidor.
- Y por último en el factor de gobierno corporativo, las inversiones ASG examinan las prácticas empresariales y la forma en que se gestiona una organización, analizando las políticas de remuneración de los ejecutivos, la presencia de mujeres en el consejo de administración y la dirección de la empresa y la forma en que se deciden las votaciones del consejo.
Muchas de las áreas que los criterios ASG califican son aspectos que pueden ayudar a mejorar la sociedad en su conjunto y cuidar el medio ambiente. Pero el hecho de que una empresa tenga una alta calificación ASG no significa que se esté totalmente en línea con nuestros valores personales, nuestra visión concreta del mundo, nuestra religión y las prácticas que consideramos mejores para conservar el medio ambiente.
Por ejemplo, algunos fondos de inversión sostenible (ISR – Inversiones Socialmente Responsables) no excluyen a empresas como las de tabaco o armas de fuego, sino que simplemente incluyen a empresas de esos sectores que tienen una calificación más alta en los rankings de ASG.
Debemos entonces saber cuál es la política concreta de inversión de cada fondo o ETF que se pone la etiqueta de socialmente responsable, porque pese a que pase los criterios establecidos en la industria para calificarse como Inversión socialmente responsable, puede que su política de inversión no sea suficiente para nosotros.
Al invertir en ETF o fondos de inversión socialmente responsables, estaremos combinando el deseo de obtener una revalorización económica con el deseo de lograr un impacto positivo y un cambio en la sociedad a nivel global.
Por qué la gente esta poniendo su dinero en inversiones más éticas
Las inversiones sostenibles y responsables son cada vez más importantes para los inversores de todo el mundo. Hay varias razones por las que un inversor decide invertir su dinero en inversiones socialmente responsables.
Algunos inversores pueden tener reparos morales o éticos a la hora de invertir en sectores específicos, como las empresas de tabaco, las que fabrican armas o las que son grandes contaminantes, como las petroleras. Mientras que otros simplemente pueden querer apoyar inversiones que proporcionen un impacto medioambiental positivo.
Muchos inversores responsables han descubierto que los criterios ASG pueden no solo servir como una guía para decidir en que invertir y en que no, sino que además puede ser un punto de partida muy interesante para identificar a las empresas con ventajas competitivas fuertes y duraderas, que puedan hacer frente a las crisis económicas y a los tiempos complicados mejor que el resto del mercado. Estas empresas pueden ser más estables durante una recesión debido a que cuentan con estructuras más sólidas, desde los empleados a los proveedores y los accionistas.
El número de fondos de inversión que tienen en cuenta los criterios ASG también ha crecido exponencialmente en los últimos años. Casi 2.000 fondos de inversión, fondos cotizados en bolsa (ETF), fondos de inversión inmobiliaria (REIT), fondos de cobertura (hedge funds), fondos de capital riesgo y fondos de capital privado ya invierten siguiendo los principios de la Inversión Socialmente Responsable, los criterios ASG.
Por estadística, las mujeres son más propensas a invertir en empresas socialmente responsables que los hombres. Según una encuesta realizada en 2020 por Money Crashers, el 81% de las mujeres se niegan a invertir en marcas que producen tabaco, mientras que menos de la mitad de los hombres opinaban lo mismo.
La plataforma Morningstar, una de las opiniones más relevantes en el mundo financiero, descubrió que 24 de los 26 fondos indexados con factores ASG se había comportado mejor que los fondos tradicionales desde el inicio de la Covid19, probablemente porque sus políticas de gobernanza, con una remuneración más equilibrada y un uso más conservador de los recursos financieros les había servido para hacer frente a la crisis de mejor forma que la mayor parte de las compañías cotizadas.
Inviertiendo de forma sostenible
Pero ¿cómo podemos saber qué empresas o fondos coinciden son realmente ISR? ¿Y cómo añadir a nuestra cartera de inversiones las que sí lo son? ¿Dónde podemos encontrar inversiones socialmente responsables?
La mayoría de los fondos socialmente responsables identificados por organizaciones como Morningstar utilizan filtros ambientales, sociales y de gobierno corporativo para clasificar sus inversiones. Aunque estos filtros no son infalibles y están determinados en gran medida por los valores de las empresas que realizan las calificaciones, ofrecen un buen punto de partida para encontrar fondos o ETF que sigan nuestras propias creencias y valores.
El citado Morningstar dispone de un buscador de fondos de inversión socialmente responsables en la que se señalan sus resultados financieros, el análisis y política del fondo y en el caso de los ETF los activos mínimos necesarios para empezar a invertir en un fondo.
Las grandes casas de fondos indexados, como Vanguard, Blackrock o Fidelity ofrecen sus propios fondos socialmente responsables.
Como ejemplo el Vanguard ESG Developed World All Cap Equity Index Fund EUR Acc (ISIN: IE00B5456744) elimina empresas de una amplia gama de categorías, entre las que se encuentran el entretenimiento para adultos o los combustibles fósiles.
Robo-advisors como InvestMe o Indexa en España también han lanzado carteras de inversión socialmente responsables disponibles que podremos ajustar a nuestro perfil particular de riesgo y rentabilidad esperada.
Aunque estas dos opciones, ETF y Robo-advisors son excelentes puntos de partida para comenzar con las inversiones socialmente responsables, no dejan de tener algunas limitaciones importantes. En primer lugar, cuando se eligen inversiones clasificadas según criterios ASG, se deja que otra persona determine lo que es importante en una inversión socialmente responsable, y esto puede estar bien, pero dado que la inversión responsable tiene mucho de personal y nuestros objetivos son diferentes a los del criterio de la gestora de los fondos, entonces deberemos hacer nuestra propia investigación sobre en qué invertir.
El impacto de nuestras inversiones es mayor del que podemos creer en un primer momento. Haciendo más sostenible nuestra cartera de inversión, no solo estaremos alineando mejor nuestros objetivos financieros y nuestros valores personales, sino que podremos apoyar a las empresas en las que creamos con cada euro, y cada uno de nosotros puede tratar de hacer del mundo un lugar mejor para vivir.