Por esto el fundador de Shiba Inu ha quemado 6.000 millones de dólares
El alma mater de la red Ethereum destruye 6.700 millones de dólares en criptomonedas ¿Por qué?
Esta semana el mundo de las criptomonedas ha vivido dos situaciones curiosas. Como veíamos en el resumen semanal de crypto, por un lado la red Bitcoin veía como uno de los que se había erigido como apoyo y defensor de la divisa, Elon Musk, CEO de Tesla, hacía duras críticas al sistema energético que respalda el minado del activo.
El precio de Bitcoin lo hacía notar y caía más de un 20% en sólo un par de días. Y por otro lado, saltaba la noticia de la “quema” de más de 6.000 millones de dólares en Shiba Inu, la criptomoneda “meme” alternativa a DogeCoin, por parte del desarrollador principal de Ethereum, Vitalik Buterin.
El acto de quemar significa la transmisión de los tokens, las monedas, a una dirección electrónica inutilizable. Es sinónimo de destruirlas. Pero ¿Por qué Vitalik Buterin habría decidido acabar con más de 6.000 millones de dólares en Shiba Inu? Vamos a verlo.
¿Qué es Shiba Inu? ¿Es una criptomoneda más?
Shiba Inu es una criptomoneda basada en la red Ethereum (token ERC20) que en poco tiempo ha saltado a la fama con el auge de las criptomonedas y en especial de una como el DogeCoin (DOGE), la autodenominada criptomoneda “meme”.
Esta divisa nace casi como una broma, una crítica a las criptomonedas tradicionales; pero poco a poco (y nadie sabe muy bien por qué) el precio ha comenzado a aumentar, los compradores han empezado a llegar y la moneda ha ido paulatinamente siendo utilizada para hacer transacciones.
Esto se ha traducido en que el DogeCoin pasó de valer $0 a valer $0.40 por moneda, dada la cantidad de monedas que hay en circulación (en concreto 129.000 millones de ellas), el valor total de la criptomoneda es de más de 53.000 millones de dólares ¿Nada mal para una broma, no?
Pues aparte del DogeCoin, que se basa en la blockchain de Litecoin, otra criptomoneda también “meme” quiso replicar la broma, pero esta vez en la cadena de bloques de Ethereum. He aquí cuando tenemos al Shiba Inu (SHIB).
DogeCoin y Shiba Inu son tan réplica uno de otro que hasta utilizan el mismo perro como imagen de la moneda, el Shiba Inu, una raza japonesa de perro, que de forma coloquial se llama “Doge”. Ya vemos que las coincidencias no son casuales. Todo esto no iría más allá de una broma dentro de los desarrolladores de blockchacin y de las criptomonedas si no fuese porque su precio no ha hecho más que aumentar hasta alcanzar valores que nadie podría haber esperado.
Shiba Inu ha pasado en pocos meses de valer literalmente $0.00 por moneda o token, a alcanzar un precio de $0,00003282, que a priori puede no parecer demasiado pero si lo multiplicamos por todas las monedas que hay en circulación, nos da un valor total (capitalización de mercado) de más de 13.000 millones de dólares. En la semana previa a alcanzar estos máximos la subida fue de más de un 1.950%, una subida increíble, no apta para todos los públicos. Pero si echamos la vista un poco más atrás, nos encontramos que desde su creación la subida total puede llegar a los 2 millones porcentuales en revalorización. Algo fuera de casi toda lógica.
La comparación con DogeCoin no sólo es inevitable, sino que ambas monedas buscan lo mismo, ser una broma pesada para el resto de criptomonedas como Bitcoin o Ether, vivir sesiones de revalorizaciones y caídas increíbles y acaparar titulares. Para dos monedas que salieron de la nada y que no cuentan casi con un seguimiento y actualización de sus estructuras. Sólo por hacernos una idea de cuál es el impacto que ha tenido el surgimiento y popularización de estas dos divisas “meme”, el DogeCoin es ya la cuarta criptomoneda más valiosa del mundo (53.000 millones en total) y Shiba Inu está entre las 15 primeras (13.000 millones).
La historia de Shiba Inu
La hermana pequeña de DogeCoin se creó entre 2019 y 2020 como un “experimento de comunidad descentralizada espontánea” según los propios desarrolladores. Esta comunidad que surgió de forma espontánea, generó el token SHIB alojado en la red Ethereum, con un precio irrisorio de $0.00000001 y sin un límite de emisión de tokens.
En realidad existe un límite de emisión de tokens, pero es una cifra tan elevada (1.000,000,000,000,000 o un cuatrillón de tokens) que es casi como que no existiera un límite en la posible oferta. Siendo una criptomoneda no limitada en cantidad, su valor puede fluctuar tanto en función de cuantos tokens se emitan a lo largo del tiempo, haciéndola poco estable.
¿La idea detrás de la creación de Shiba Inu era convertirse en el nuevo DogeCoin? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que ha seguido una trayectoria similar a Doge, y ha pasado de la nada absoluta $0.00 a varios miles de millones de capitalización de mercado. Entre medias, podemos ver como algunos personajes públicos empiezan a hablar, twittear y jugar con la moneda (como Elon Musk en el caso de DogeCoin)
En el caso de Shiba Inu, existe un acontecimiento curioso y que en cierto nos ha traído hasta la redacción de este artículo, y es su vínculo con Vitalik Buterin, el creador y cofundador de la red Ethereum. Cuando los desarrolladores de Shiba Inu lanzaron el token, enviaron 500.000 billones de monedas a Vitalik Buterin a través de una transacción a la dirección de Ethereum del joven desarrollador.
Esta cantidad representaba algo más de la mitad del total de tokens que existían de Shiba Inu, que en aquel momento no tenían casi ningún valor, pero que cuando el precio de SHIB comenzó a dispararse, si que lo tuvieron (y lo tienen).
Vitalik Buterin por su parte, hizo varias donaciones a organizaciones benéficas según el precio del token iba en aumento, hasta esta semana, cuando decidió “quemar” el 90% de sus tokens y retirarlos del mercado, por 6.700 millones de dólares de valor. Para Shiba Inu y sus desarrolladores, que el fundador de Ethereum haya hecho esto no sólo no perjudicará a la criptomoneda, sino que hará incluso que el precio de los mismos siga aumentando al existir menos oferta de monedas.
La quema de 6.000 millones de dólares
La quema de todos estos tokens de Shiba Inu tiene algo más de trasfondo de lo que podría parecer, y es que el fundador de Ethereum no ha querido emular a Elon Musk con su apoyo a DogeCoin y ha decidido destruir todas estas monedas ya que según sus propias palabras “si hiciese algo más con estos tokens provocaría una especulación innecesaria”. Dado el valor que tenía en ese justo momento el token SHIB, esto equivale a perder 6.700 millones de dólares, algo a lo que no mucha gente estaría dispuesta ¿verdad?
Pero esta quema solo la hizo sobre el 90% de las monedas de las que disponía, reservando un 10% extra para donar a una ONG de la India que lucha contra la expansión del coronavirus en el país, uno de los más afectados del mundo. A su vez, pidió que no le enviaran nuevas monedas de Shiba Inu.
Los tokens que se quemaron suponían alrededor del 40% de todos los tokens en circulación, un gran golpe para la criptomoneda.
La cantidad quemada también representa más del 40% de todas las SHIB en circulación, pero ¿para bien o para mal?
El precio del Shiba Inu después de la quema del 40% de la oferta
Poco antes de esta quema que hemos comentado, Vitalik Buterin ya había donado 50 billones de SHIB a organizaciones benéficas, algo que no había sido acogido muy bien por la comunidad de Shiba Inu. Poco después de estas donaciones el precio del token se había desplomado un 50%.
Por el contrario, en la quema de tantos tokens, al verse limitada la oferta de monedas en circulación, el precio (si la demanda sigue estable) sube. Esto es lo que pasó justo después del anuncio de la transacción del fundador de Ethereum, que el precio del token SHIB llegó a revalorizarse más de un 5%. Pero pocos días después, parece ser que los poseedores de Shiba Inu han empezado a vender gran parte de sus criptomonedas, después de que Vitalik Buterin se quitase del medio la responsabilidad de “apoyar” a una criptomoneda “meme” como esta.
Entre el día 11 y el momento de escribir este artículo (19 de mayo de 2024) la cotización de Shiba Inu se ha dejado más de un 40%, pasando a valer 0,00001307 Dólares por token, con una capitalización de mercado de 6.500 millones de dólares. Un duro revés para la otra gran criptomoneda del perrito.
Pero más allá de las subidas y bajadas drásticas que podemos ver en Shiba Inu, DogeCoin u otras criptomonedas similares como LEASH o BONE (que también tienen la intención de convertirse en las criptomonedas “meme” de tercera generación), debemos saber que si ya de por si las criptomonedas en general, son un terreno complicado para la inversión, estos tokens de broma o similares son el máximo exponente de todos esos movimientos bruscos, ruido y riesgo con los que se suele asociar a todo el mundo crypto.
Sin ir más lejos, el CEO de uno de los Exchanges más importantes del mundo, Binance, escribió en un tweet que dada la enorme cantidad de peticiones de monederos para comprar Shiba Inu a través de su plataforma, Binance había tenido que restringirla ya que “se había quedado sin direcciones de ETH debido a Shiba Inu”, algo que no había sucedido nunca en la plataforma. Además, en un gesto de honestidad intelectual, ya que Binance gana dinero con cada transacción de criptomonedas, y probablemente las altas tasas de compra/venta de esta moneda le estén reportando buenos beneficios al Exchange, declaró que “No apruebo Shiba Inu, supone un riesgo muy alto”.