El banco de españa alerta de la próxima ola de impagos
Más de 94.000 millones de euros de empresas y familias bajo presión debido a la subida de los precios de la energía
Toda la economía de nuestro país ha dado un vuelco con la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Pero no solo España, toda Europa y media parte del mundo está viendo como la recuperación de la pandemia de Covid, los confinamientos, el cierre de empresas y los problemas globales de suministros se retrasan en el tiempo o incluso parece que nunca vayan a volver a la “normalidad”, si se puede hablar de tal término.
La inflación por encima del 9% en marzo ha sido el golpe definitivo a una recuperación que comenzaba a dar algunos signos de esperanza, sobre todo para las familias y las rentas más bajas que veían como la situación empezaba a mejorar y a tomar un poco de aire, fuera de unos meses tan duros de incertidumbre. Tras la apertura de las principales economías la inflación comenzó a revivir después de muchos años alejada. Muchos daban por hecho que no volveríamos a los niveles de inflación vividos en el pasado, fruto de errores y mecanismos ya dados ya parte más de la historia que de la actualidad. Pero esto no ha sido así y el temido fenómeno de los aumentos de precios, con mayor o menor control, ha vuelto a nuestro día a día.
La guerra en Ucrania no ha sido más que la cerilla encendida que ha hecho explotar todo por los aires. La subida del precio de la energía ha empujado los precios a niveles solo vistos 30 o 40 años atrás, cuando ni siquiera el euro era aún un proyecto sobre la mesa de los diferentes países del continente.
Gráfico inflación
En este sentido, el Banco de España no ha tardado en avisar de los problemas que una alta inflación debida principalmente a los precios de la energía, como el gas, la gasolina o el gasoil; unido a las ya incipientes subidas de los tipos de interés pueden poner en un serio aprieto a todas aquellas familias y empresas que han tenido que recurrir a préstamos para hacer frente a su día a día.
Según el principal organismo monetario de nuestro país, la banca española está preparada para soportar un escenario duro de guerra e inflación debido a su solidez, sin embargo también ha pedido prudencia a las entidades para no liberar las provisiones realizadas durante la pandemia, es decir, no dar por finalizada la crisis del COVID y devolver parte o todos los fondos reservados a cubrir problemas de imagos de créditos al negocio normal.
Pero no solo el creciente coste de las cosas y el alza de la energía tienen un papel principal en los posibles problemas de empresas y familias para devolver sus préstamos, también los créditos ICO, aquellos respaldados por el propio Gobierno, que dados los problemas que estaban teniendo muchos autónomos y empresas para devolverlos durante este año, tuvieron que refinanciarse y cambiar a un periodo de pago más largo. La mayor parte de ellos, vencen este próximo verano.
Estos impagos de los créditos del Instituto de crédito Oficial (ICO) no solo tendrían un impacto severo en el tejido empresarial de nuestro país, principalmente pequeñas y medianas empresas, sino que podría poner en aprietos al propio estado, quien es el garante ultimo de todo el volumen de créditos ICO.
De todo el volumen de créditos con alta probabilidad de impago en el sector financiero español, unos 94.000 euros, aproximadamente 62.000 millones corresponden a empresas y autónomos y 32.000 a familias. El volumen es un 15% superior al de hace tan solo un año y e, lo que nos indica que las tasas de morosidad están subiendo pese a que la situación económica , en teoría, ha ido mejorando desde lo mas crudo del año 2020.
En los créditos ICO ya hay 3.000 millones de euros impagados, lo que supone alrededor del 3,5% del total de crédito concedido, pero casi 18.000 millones más (el 20%) siguen en vigilancia especial por alto riesgo. Si estos créditos finalmente son impagados, no solo afectaría a las entidades financieras que los concedieron, sino sobre todo al propio Gobierno que los respalda, aumentando la deuda pública por encima del actual ….
Gráfico deuda publica
Un impacto heterogéneo en la economía
En el informe presentado por el banco de España, el organismo ha hecho un test de estrés a todo el sector financiero para ver como los principales bancos de nuestro país reaccionarían a una serie de escenarios adversos que podrían llegar de continuar el conflicto en Ucrania. En general la banca de nuestro país estaría suficientemente capitalizada para pasar el bache pero no todas las entidades lo harían con la suficiente facilidad. El supervisor no detalla cuales sufrirían pero si que algunas verían sus balances fuertemente tensionados de continuar en el actual escenario económico.
Los impagos tampoco afectarían por igual a toda la economía ni a todas las empresas, como podemos imaginar, aquellos sectores que peor lo pasaron durante lo mas crudo de los confinamientos serían los principales afectados, como el turismo o la hostelería. Muchos de ellos ya estaban en una situación complicada tras muchos meses de parón económico y con la subida exponencial de los costes la supervivencia puede ser imposible.
Los hogares y familias con menores rentas también serían los mas afectados por la ola de impagos, ya que el coste de los productos básicos tiene un impacto mucho mayor que en hogares de rentas medias y altas. Una inflación cercana al 10% como tenemos actualmente supone un tremendo impacto para las familias que dedican prácticamente el 100% de su renta mensual a bienes básicos como alquiler o comida.
Ralentizamiento global de la economía
Previamente a la guerra de Ucrania ya existían serias dudas sobre la posible evolución de la inflación, pero la llegada del conflicto armado ha triplicado los temores a una subida de precios descontrolada y persistente en el tiempo. El propio Banco de España ya aviso de los riesgos asociados a la inflación el otoño pasado y desde entonces la situación global se ha agravado.
Los principales organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional o el Banco central Europeo ya descuentan crecimientos menores de las economías lo que lastra la recuperación de los niveles pre-covid. Además las bolsas han sufrido caídas desde el estallido del conflicto, según el Banco de España, por la subida de las primas de los activos de riesgo, es decir, por el riesgo/beneficio que están dispuestos a sumir los inversores cuando la incertidumbre es tan alta como ahora. Esto significa que las correcciones en el precio de los activos y las caídas en bolsa pueden estar a la orden del día.
El efecto de las sanciones económicas a Rusia
Las sanciones que la mayor parte de los países desarrollados, principalmente Estados Unidos y la Unión Europea a Rusia por la invasión tienen efectos negativos para nuestra economía. Las sanciones no dejan de ser necesarias pero han de ser vistas como un arma de doble filo, con la que toda la Unión Europea y España también se verá comprometida. Tanto Rusia como Ucrania son dos de los principales exportadores de materias primas, tanto de energía como de productos agrícolas, dos de las categorías de productos que más están subiendo de precio. Si ya tenemos una inflación alta, estas subidas adicionales no hacen más que elevarla aún más.
Las sanciones conllevan costes a corto y medio plazo para Europa, y los cortes de suministro de gas, los precios desorbitados o la simple incertidumbre financiera con un país que exporta tanto como Rusia son elementos que no ayudan a la estabilidad económica de nuestro país. La situación actual de china con su política de COVID cero, las restricciones sociales y al comercio que aun mantiene y los cuellos de botella en los suministros globales son problemas que continúan.
En este contexto el propio supervisor ha advertido del golpe que supone a la economía mundial y a la recuperación de los hogares y pymes. El banco de España también ha advertido que las familias pueden perder confianza en la recuperación y posponer sus decisiones de compra, algo que ayudaría aun más al debilitamiento de la economía de nuestro país.
Un ojo puesto en la subida de los precios de la energía
El aumento de los precios de la energía que hemos visto desde finales de 2021 siegue intensificando las consecuencias económicas de la inflación y la invasión militar. Si las presiones en los costes de muchas empresas obligan a que los precios finales se incrementen, no solo impactará en las familias con menores rentas, sino que podrían desencadenar efectos de segunda ronda.
Estos efectos de segunda ronda son los que se producirían si los salarios comienzan a ajustarse a la inflación a un ritmo que provoque un mayor aumento y más prolongado que la inflación inicial, ya que estas subidas salariales empujarían nuevamente los precios hacia arriba. Estos efectos de segunda ronda dependerán de las políticas de las empresas que transfieran o no el total del aumento de costes a sus productos finales y de las demandas salariales de colectivos de trabajadores.
Asimismo las cuentas públicas se están viendo presionadas, debido a la alta deuda con la que partían antes del conflicto de Ucrania. A corto plazo las ayudas y subvenciones que se han puesto en marcha en las ultimas semanas para dar soluciones a los aumentos del coste de la energía, como la bonificación de 20 céntimos en la gasolina y el gasoil, supone un aumento de las obligaciones que ya tenía nuestro país, haciendo que nuestra economía sea mas vulnerable a una subida d ellos tipos de interés o a un ralentizamiento económico.
El gobernador del Banco de España ha reclamado al Gobierno la urgencia de diseñar un plan de consolidación fiscal que comience a equilibrar el déficit de las cuentas publicas con el objetivo de controlar la gran deuda publica de nuestro país.