¿Por qué es tan cara la gasolina en España?
En torno al 50% del precio que pagamos son impuestos directos
La gasolina y el gasóleo están disparados. En tan solo unas semanas hemos visto como su precio se multiplicaba, llegando en muchos casos a traspasar la barrera de los 2€ por litro. La fuerte subida de las materias primas debido al conflicto de Ucrania, y en especial el barril de Brent, la base de los combustibles, así como la medida más conocida para evaluar los cambios de precios ha superado la histórica barrera de los 100 euros por barril.
Lejos, muy lejos parece quedar el anterior récord del año 2012, donde el litro de gasolina llego a costar más de 1,52€. Oficialmente los precios actuales para la gasolina se sitúan en el entorno del 1,70€, pero es difícil encontrar estos precios en las gasolineras de la mayor parte del país donde encontramos precios en el rango del 1,90€-2,00€ por litro. Por su parte el gasoil también ha roto récords, con un precio superior al 1,70€ en muchas partes de España, batiendo los máximos de 2012, con un precio de 1,59€ por litro.
El barril de Brent por su parte ha llegado a tocar los 130€ por barril el día 8 de marzo (129,5€), algo que tampoco veíamos desde el año 2012.
Dadas estas circunstancias y en medio de la gran vorágine de noticias que nos llegan desde el mayor productor de materias primas para Europa, Rusia, nos hemos preguntado ¿Qué hace que sea tan cara la gasolina? ¿Cuándo bajarán los precios? ¿Qué impuestos pagamos con cada litro de combustible?
Estas son preguntas recurrentes para todos, y tanto en Europa como en todo el mundo, se ha vuelto popular en los últimos días, después de la enorme escalada de los precios entre febrero y marzo de este año. Vamos a ver las claves.
El precio de la gasolina
Antes de ver cómo afecta la subida del barril de Brent al precio de los combustible tendemos que partir de un escalón más abajo. Y es que el precio que pagamos engloba muchas cosa, las cuales conviene ir desgranando para conocer todos aquellos componentes que pagamos cada vez que llevamos nuestro vehículo a una gasolinera.
El precio de venta al público de los combustibles se compone de tres partes básicas:
- El precio del combustible
- El Impuesto al Valor Añadido (IVA)
- Los impuestos especiales
En el precio del combustible encontramos el coste del petróleo internacional (el que se ve reflejado en las subidas y bajadas del barril de Brent), además de los costes de transporte y servicio (la logística, almacenamiento, etc.) y los márgenes de la empresa que lo distribuye (el servicio y los beneficios que obtiene). Esta parte, la que representa realmente el coste del combustible supone alrededor del 50% de la factura final, donde el precio del petróleo internacional es de entorno al 35% del total.
Esto quiere decir que la subida y bajada del precio del barril de Brent tiene un impacto proporcional en nuestra factura del 35%, un impacto importante, pero no el de mayor cuantía.
Estas subidas y bajadas se van trasladando poco a poco a los precios finales que todos nosotros encontramos en las gasolineras, ya que las refinerías y distribuidores suelen tener un stock de petróleo previo a los cambios en los precios que se dan a corto plazo. Por ello podemos encontrarnos con que el precio del barril de Brent suba y la gasolina o gasoil que compremos aún no haya reflejado ese cambio, y viceversa, que el precio del barril haya caído pero sigamos pagando un precio alto por nuestro combustible.
La otra gran pata del precio de la gasolina y el gasoil son los impuestos. En torno al 50% del importe final que pagamos cada vez que repostamos se van en impuestos directos, tanto en IVA como en impuestos especiales.
Márgenes de distribución | 15% |
Precio petróleo | 35% |
Impuesto Valor Añadido (IVA) | 21% |
Impuestos especiales | 0,38-0,48€ por litro |
En los últimos datos disponibles, del año 2020, el precio final de la gasolina constaba de unos impuestos del 49%, mientras que el gasoil soportaba unos impuestos del 45%. Con unos costes de la materia prima y de los márgenes de distribución de entre el 51% y el 55%.
De esta forma, la medida más directa para tratar de bajar el precio de los combustibles sería rebajar la partida de impuestos que soportan los consumidores, algo que llevaría el precio actual a la mitad (0,70-0,95€ por litro). Como vemos aunque los vaivenes del precio del petróleo afectan al precio final, ni son la partida más importante, ni aquella que podríamos modificar en cualquier momento.
¿Qué es el impuesto especial a los hidrocarburos?
Ya hemos visto que se compone la factura cada vez que repostamos nuestro vehículo, pero probablemente te hay sorprendido el Impuesto Especial a los Hidrocarburos, un tipo de impuesto que no suele salir en las conversaciones ni en las noticias.
Desde el año 2019, en España se aprobó un tipo de impuesto especial que gravaba a todos aquellos productos procedentes del petróleo, con el objetivo de financiar la transición energética hacia nuevas fórmulas menos contaminantes. En sus inicios contaba con una parte estatal y una parte autonómica que cada comunidad podía eliminar o reducir, sin embargo actualmente este es un impuesto que se aplica a escala nacional dividido en dos partes:
El tramo general es de 400,69€ por 1.000 litros para la gasolina y de 307€ por 1.000 litros para el gasoil. Por su parte el tramo especial es de 72€ para ambos. Este impuesto encarece en 0.47€ el litro de gasolina y en 0,38€ el litro de gasoil. Pero lo curioso de este impuesto es que no esta ligado al precio del combustible, como si lo está le IVA que supone un incremento del 21% al precio, sino que es un impuesto fijo. Da igual si el combustible sube o baja de precio, siempre pagaremos lo mismo de Impuesto de Hidrocarburos.
Pero aquí no queda la cosa con respecto a los impuestos de las gasolina y el gasoil, y es que una vez aplicado el impuesto especial al precio del combustible, deberemos sumar el IVA correspondiente, en este caos el 21%. Como este si que es un impuesto porcentual, cuanto mas caro sea el precio del combustible, por ejemplo como en el momento actual con una subida exponencial del barril de Brent, más impuestos pagaremos en euros.
Para ver un ejemplo fácil de todo esto tomemos un precio final de la gasolina de 1.50€. El coste de la gasolina, tanto la materia prima, como la distribución estaría en torno a los 0,76€ por litro. El impuesto especial de hidrocarburos añadiría unos 0,47€ más y pagaríamos otros 0,26€ en concepto de IVA. El coste real de cada litro de gasolina a 1,50€ está por debajo de los 0,76€.
¿Por qué ha subido tanto el petróleo?
La razón de las subidas de principios de 2022 radica sobre todo en las tensiones internacionales derivadas del conflicto entre Rusia y Ucrania. La mayoría de los países occidentales importan petróleo de Rusia en cantidades importantes, y la invasión de Ucrania ha hecho que los precios de la gasolina se disparen inmediatamente. La razón del elevado precio, sin embargo, no es tanto por la dificultad actual de suministro, ya que la llegada de gas y petróleo hasta ahora es estable y las sanciones económicas que tanto la Unión Europea como Estados Unidos han impuesto no han afectado aún de lleno a estos productos.
Entonces, ¿por qué ha subido tanto el precio del petróleo? Básicamente por la ley de oferta y demanda así como la gran desconfianza de los inversores y operadores del mercado.
En un momento en el que el abastecimiento a futuro no tiene toda la confianza necesaria y no ofrece garantías (consecuencias económicas de la guerra, prohibiciones a Rusia, cortes de suministro…), los mercados anticipan las posibles consecuencias que se avecinan y, por tanto, el precio de las materias primas (el petróleo y gas) aumenta exponencialmente. No porque las dificultades de suministro estén ya sobre la mesa, sino porque podrían llegar en un plazo de tiempo menor del que se podría esperar.
¿Se puede bajar el precio del combustible?
Hay dos formas rápidas de bajar el precio de la gasolina. Una es actuar sobre los impuestos especiales y el IVA, herramientas de las que dispone el gobierno de cualquier país, y la otra es tratar de afectar al precio del crudo.
En cuanto al precio de mercado del petróleo, la posibilidad de bajar pasa por las negociaciones de paz, el alto el fuego y el fin del conflicto entre Rusia y Ucrania. En ese momento el precio caerá inmediatamente. Ni siquiera será necesario esperar semanas, porque las recientes subidas sólo han sido una anticipación de futuras consecuencias, y si estas no llegan a tal punto, los precios lo reflejaran rápidamente.
En cuanto a los impuestos especiales y el IVA, en cambio, se necesita el compromiso de los Gobiernos. Es posible rebajar parte de estos impuestos como una medida de emergencia, pero dado que los Gobiernos obtienen mucha recaudación gracias a estos impuestos, una reducción de los impuestos especiales y del IVA afectaría a los presupuestos en una cuantía que ningún Gobierno estaría dispuesto a sacrificar.
Por tanto, pese a que quizás veamos algunos cambios en lo que a rebajas momentáneas de impuestos para calmar las aguas, para que el precio de la gasolina y el gasoil vuelva a los niveles de hace unos meses, deberemos esperar a que se resuelva el conflicto entre Rusia y Ucrania. En ese momento, los precios podrían volver a unos niveles razonables. Sin embargo, esto todavía no sabemos cuándo se llegará a producir, o si llegara a materializarse en algún momento. Cuanto más se alargue el conflicto, mayores precios tendremos a largo plazo ya que las consecuencias de la destrucción económica tardarán más tiempo en poderse revertir.