¿Qué son las inversiones alternativas? Guía para conocer el otro lado del mercado

Cuando pensamos en invertir en algo, normalmente nos vienen a la mente los activos más conocidos, como las acciones, los bonos y los inmuebles. Pero hay toda una clase de activos diferentes, llamados inversiones alternativas, que cada vez son más accesibles para el público.  

Anteriormente, este tipo de inversiones estaban reservadas a los inversores con grandes patrimonios, pero la tecnología ha hecho posible que los pequeños inversores podamos beneficiarnos de las ventajas de unos activos con poca correlación con los mercados financieros habituales.

¿Significa eso que deberíamos tener exposición a las inversiones alternativas? Pues depende, veamos por qué.

¿Por qué las inversiones alternativas?

Una forma fácil de empezar a entender lo que son las inversiones alternativas es comprender lo que no son. Las inversiones alternativas son una amplia gama de activos (por ejemplo, bienes inmuebles, obras de arte, materias primas) que no se clasifican como efectivo, acciones  o bonos, los tipos de inversión más tradicionales.

La mayoría de las inversiones alternativas se consideran «activos ilíquidos» en comparación con las clases de activos tradicionales, porque son más difíciles o tardan más en venderse. Por lo general las inversiones alternativas no tienen un mercado tan nutrido por lo que el coste de realizar una compra o venta suele ser mayor.

La variedad de inversiones alternativas disponibles es enorme, al igual que la complejidad, los retos y los riesgos potenciales que pueden conllevar. Sin embargo, no todas están tan reguladas como las inversiones tradicionales.

Ejemplos de inversiones alternativas

La diversificación es clave a la hora de crear una cartera de inversiones. Las inversiones alternativas suelen tener una baja correlación con los activos tradicionales, como los bonos y las acciones, y por lo tanto pueden ayudar a reducir aún más el riesgo sin dejar de ofrecer el potencial de una mayor rentabilidad.

Hay algunas inversiones alternativas que también ofrecen ventajas fiscales que no siempre están disponibles con activos tradicionales como las acciones. Esto es importante en la mayoría de países, en los que los ingresos de las inversiones están sujetos a impuestos.

Las criptomonedas han sido noticia últimamente y son una de las alternativas más conocidas, pero hay muchas más. Algunos ejemplos son los fondos de cobertura, el capital riesgo, los préstamos privados, , las startups, los  bienes inmuebles, las tierras de cultivo, el vino, el arte…

A continuación veamos algunos de los principales ejemplos de inversiones alternativas:

Tipos de activos de inversión alternativa

• Obras de arte
• Antigüedades
• Vinos
• Monedas raras
• Criptomonedas (Bitcoin, Ether…)
• Acciones de empresas privadas (no cotizadas)
• Terrenos agrícolas
• Fondos de cobertura (Hedge funds)
• Metales preciosos (Oro, Plata, Paladio…)
• Propiedad intelectual: derechos de autor, patentes y marcas comerciales
• Derechos de autor de música
• Préstamos entre particulares (P2P Lending)
• Bienes inmuebles
• Capital Riesgo (Venture Capital)

Como puedes ver, hay un montón de opciones de inversión alternativas a considerar, pero eso no significa necesariamente que debamos invertir en cualquiera de ellas. Las inversiones alternativas implican generalmente un alto nivel de conocimiento y/o especialización, por ello, debemos ser cautos y elegir aquellas en las que podamos tener una ventaja por nuestra experiencia, formación o curiosidad.

Los riesgos de las inversiones alternativas

Las inversiones alternativas no están exentas de riesgos, como cualquier inversión. La posibilidad de obtener mayores rendimientos también implica una mayor volatilidad y en este caso, una menor liquidez. Este tipo de activos suelen tener estructuras complejas que conllevan mayores comisiones y la necesidad de dedicar más tiempo a entender su funcionamiento.

Muchos activos alternativos son también menos líquidos, lo que significa que no tienen un mercado fácilmente disponible para compradores y vendedores. Salir de estas inversiones puede ser difícil, y determinar un precio de «mercado» también puede ser complicado. Pongamos el ejemplo de una vivienda. Pese a que en nuestro país comprar una vivienda como inversión esta muy aceptado, podemos pensar en la cantidad de requisitos, impuestos y dificultades cuando queremos vender la propiedad.

Al contrario que una acción, un bono, un ETF o un fondo de inversión, que podemos vender en el día o en unas pocas jornadas, vender una vivienda implica una serie de costes, tiempo y esfuerzo superiores, además el precio de mercado no siempre está claro hasta el momento final, al contrario que en los mercados financieros donde podemos saber en todo momento el precio exacto de nuestros activos.

Cómo tener exposición a las inversiones alternativas

Con el paso del tiempo y el auge de la tecnología, las inversiones alternativas se han vuelto más accesibles para los pequeños inversores. Algunas son tan accesibles ya como puede ser a través de fondos de inversión o fondos cotizados (ETF), como los ETF de Oro, de Bitcoin o de Materias primas.

Sin embargo, muchos activos, como el arte o las acciones de empresas no cotizadas solo suelen ofrecerse a inversores acreditados y cualificados. Dependiendo del tipo de activo, su popularidad y su mercado especifico podremos obtener exposición de manera relativamente sencilla o por el contrario nos será muy difícil conseguir tomar partido.

En este sentido, el Oro, por su tradición como activo refugio y las criptomonedas son dos de las inversiones alternativas con una exposición más sencilla a través de fondos cotizados (ETF).

Consideraciones antes de invertir

Dado el riesgo inherente que conllevan las inversiones alternativas, es importante realizar un estudio en profundidad de cada activo antes de lanzarnos a la compra. La falta de liquidez de algunos de ellos significa que debemos estar seguros de entender las condiciones de posesión y mantenimiento (si es necesario como en las obras de arte).

Si necesitamos liquidez, es probable que las inversiones alternativas no sean para nosotros, al menos por ahora. Encontrar el tipo de inversión adecuada para nuestras necesidades (periodo de tenencia, riesgo, implicaciones fiscales) requiere hacer algunos deberes importantes.

¿Es la inversión en activos alternativos el complemento perfecto?

Las inversiones alternativas pueden ayudar a diversificar nuestra cartera, a protegernos de la inflación, o simplemente aportarnos un extra de rentabilidad en un área de interés particular.

Los activos alternativos tienen sus ventajas, sobre todo cuando se trata de diversificar. Si somos aun bastante nuevos en el mundo de la inversión, es preferible comenzar a crear una cartera con activos convencionales antes de adentrarnos en las inversiones alternativas.

Si tenemos experiencia invirtiendo en los mercados tradicionales y una cartera diversificada, podemos comenzar a pensar en como encajar ciertos activos alternativos para complementar nuestras rentabilidades y reducir el riesgo.

Ventajas de invertir en activos alternativos

Dado que los productos alternativos tienden a comportarse de forma diferente a las inversiones típicas en renta variable y renta fija, añadirlos a una cartera puede ayudar a reducir la volatilidad, proporcionar una mayor diversificación y mejorar la rentabilidad.

Menor volatilidad

Las inversiones alternativas se basan menos en las tendencias generales del mercado y más en la solidez de cada inversión específica, por lo tanto, añadir este tipo de activos a nuestra cartera puede reducir el riesgo total de nuestras inversiones.

Diversificación más amplia

Con una baja correlación con las bolsas mundiales, las inversiones alternativas suelen ser una buena opción cuando no queremos estar totalmente expuestos a los vaivenes de los mercados.

Aumentar la rentabilidad

Las inversiones alternativas  pueden reducir el riesgo de nuestra cartera de inversiones y además aumentar la rentabilidad total al tener acceso a un número mayor de activos y estrategias de inversión posibles.