Las mejores formas de crear un fondo de emergencia
Seguro que has oído el mantra «espera lo mejor, pero prepárate para lo peor». En finanzas la prudencia debería se nuestra primera compañera de viaje, y es que cuando realizamos cualquier inversión, decisión o compra de un producto las expectativas y el tiempo suelen jugar muchas veces en contra de nuestra rentabilidad. Muchas veces pensamos que estamos ante una gran oportunidad y nos lanzamos a por ella sin miramientos, dando por hecho ciertas variables que en el momento de la verdad pocas, o muy pocas, veces se terminan cumpliendo ¿Cuántas veces hemos oído la historia de un inversor que dio un pelotazo en la bolsa? ¿Cuántas personas hemos conocido que hayan pensado que iban a hacerse ricos en una operación para terminar perdiendo dinero?
Con la construcción de un fondo de emergencia nos encontramos exactamente en la misma situación. Por mucho que esperemos lo mejor y pensemos que a nosotros no nos hace falta, alguna vez deberemos hacer frente a una emergencia. Y tendremos que hacerlo, más tarde o más temprano.
Por eso es tan importante crear un presupuesto para emergencias y crear un fondo que nos permita estar preparados financieramente para poder hacer frente a esos gastos inesperados. Muchas personas piensan que la tarjeta de crédito es una buena fórmula para salir de apuros en momentos en los que no se llega a final de mes, o simplemente la financiación de las compras que ofrecen la mayoría de las grandes tiendas hoy en día.
Sin embargo, depender de este tipo de soluciones no es una estrategia viable a largo plazo, ya que nos hacen dependientes de la deuda, los intereses y las comisiones, nuestras mayores enemigas.
Para crear y hacer crecer un fondo de emergencia, hay que cambiar algunos hábitos financieros. Sn embargo la tranquilidad y los beneficios de tener un fondo de emergencia bien seguro y rentable compensan cualquier cambio que tengamos que hacer ¿Quieres saber más sobre que es un fondo de emergencia y como empezar a crear el tuyo? Veámoslo.
¿Por qué es tan importante tener un fondo de emergencia?
Disponer de un fondo de emergencia nos da la seguridad necesaria para poder afrontar gastos importantes sin miedo, así como nos da la base para poder empezar a invertir. Imaginémonos que algo en casa se rompe, o tenemos que hacer frente a una operación médica; tener un fondo de emergencia nos podrá salvar esta situación sin tener que echar mano de inversiones que pueden estar viviendo un mal momento.
En realidad este fondo es un dinero reservado para que los imprevistos de la vida no tengan consecuencias drásticas en nuestra economía ya sea individual o familiar. Tener un fondo de emergencia es sin duda una alternativa mucho mejor que contraer más deudas o enfrentarnos a tener que vender demasiado pronto las inversiones que teníamos previstas a largo plazo.
¿Por qué la gente no tiene un fondo de emergencia?
Aproximadamente un tercio de los hogares españoles tienen dificultades para hacer frente a un gasto imprevisto, y más del 40% viven de mes a mes. Esto significa que una buena parte de nosotros se enfrentaría a un gran estrés e incertidumbre sobre qué hacer si tuviéramos una verdadera emergencia.
Las familias en nuestro país se han acostumbrado a que su cuenta corriente este siempre bajo mínimos y a hacer malabarismos para estirar esos últimos días del mes hasta que llegue la siguiente nómina. Y es normal, dadas las enormes subidas de precios y un mercado inmobiliario por las nubes.
Cuando hay un extra, se gasta como «recompensa» por el trabajo duro en lugar de ahorrarlo en un fondo de emergencia. Muchas personas se plantean poder empezar a ahorrar, pero no saben por dónde empezar.
Cómo crear un fondo de emergencia
En primer lugar, debemos romper el ciclo de vivir mes a mes. Esto es fácil de decir y difícil de hacer, lo sé, pero no es imposible. Siempre hay pequeños gastos que podemos recortar para comenzar a ahorrar. O también buscar nuevas fuentes de ingresos por minúsculas que sean al principio.
Lo más importante es no desanimarse si al principio tan solo podemos ahorrar una cantidad pequeña. El mero hecho de empezar, sin importar la cantidad de dinero, es un paso en la dirección correcta. Con el tiempo, seguro que tus finanzas cambiaran radicalmente.
Una fórmula sencilla es el micro ahorro, hay plataformas y aplicaciones, muchas de ellas ya integradas en los servicios de nuestro banco que nos permiten redondear ciertas compras y con esos pocos céntimos comenzar a ahorrar. También podemos comenzar con una regla muy simple, tan solo 20 o 30 euros al mes. Si vamos ahorrando estos pocos euros cada mes y los aumentamos con el tiempo verás como el dinero se empieza a acumular y te sentirás más motivado para ahorrar a un ritmo más rápido. La clave es ahorrar una cantidad fija de forma regular.
Si no estás seguro de dónde puedes sacar esos 20 o 30 euros cada , empieza creando un presupuesto. Un presupuesto de gatos te dará la visión de lo que estas ingresando, donde lo estas gastando y porqué. Ese será el primer paso para encontrar de donde puedes recortar gastos y ahorrar más.
A continuación, lo mejor es establecer una transferencia automática desde tu cuenta corriente a tu nueva cuenta de ahorro, tu fondo de emergencia. Haciendo esto nos libraremos de estar pensando cada fin de mes si hemos ahorrado o no y evitaremos la tentación de dejar este ahorro para más adelante. Si utilizamos un banco digital esta transferencia automática será tan fácil de programar como un par de clics, si utilizamos una aplicación de redondeo para ahorrar y micro invertir, ya tendremos un sistema igual de bueno para nuestro fondo de emergencia.
¿Cuánto debo ahorrar en un fondo de emergencia?
Un buen objetivo a largo plazo es tener ahorrados 6 o más meses de gastos mínimos mensuales. Esto incluye alquileres, alimentación, suministros, ropa, transporte... todo aquello que consideramos imprescindible para llevar una vida tal cual la llevamos hoy por hoy. Tener esta simple regla para nuestro fondo de emergencia nos dará el tiempo necesario para que podamos elaborar un plan para volver a encontrar un trabajo si lo hemos perdido o para hacer frente a un gasto excepcional.
Evidentemente el tamaño de tu fondo de emergencia dependerá de tu situación personal, de tus gastos mensuales y de tu horizonte profesional o laboral. Una persona soltera con un presupuesto menor y un apoyo sólido por parte de su familia puede no necesitar tanto como alguien con varias personas a su cargo en caso de crisis financiera. Asimismo si tenemos un trabajo estable y una tasa de ahorro y una cartera de inversiones importante es posible que no tengamos que tener tantos meses de ahorro acumulados y al contrario para alguien cuya estabilidad laboral es baja.
Dónde crear un fondo de emergencia
El lugar más común para albergar un fondo de emergencia es una simple cuenta bancaria o de ahorros, que nos permite tener un dinero acumulado y garantizado por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
Una cuenta de ahorro normal ofrece un riesgo mínimo (prácticamente inexistente) y un acceso sencillo cuando tenemos que utilizar el dinero ante una emergencia. Si podemos contratar una cuenta remunerada o un depósito a la vista que nos genere un pequeño interés obtendremos un puntito extra con la rentabilidad. No podemos esperar que nuestro fondo de emergencia nos dé rentabilidades, para eso ya tendremos nuestra cartera de inversiones, pero todo lo que podamos obtener mejor que mejor.
Es importante en este sentido tener claro que los depósitos bancarios pueden ser productos interesantes, nos ofrecerán un interés pactado desde el primer día y tendremos nuestro dinero en un producto de muy bajo riesgo. Sin embargo hay que estar atentos a los plazos del depósito y a las posibles penalizaciones por retirar nuestro dinero antes de tiempo. Las emergencias nunca son predecibles y muchas veces estas comisiones por retirar nuestro dinero son mayores de lo que podríamos haber ganado con los intereses. Además es importante tener en cuanta que la mayor parte de los bancos online suelen ofrecer depósitos de mayor interés que los tradicionales establecimientos físicos.
Otra opción utilizada por mucha gente son los fondos del mercado monetario. Estos fondos de inversión invierten en un tipo de activos de muy alta liquidez y bajo riesgo (bonos de gobiernos de alta calidad a corto plazo). Son una opción interesante para aquellos ya habituados a los fondos de inversión y la operativa con ellos, así como dan la posibilidad de trasferir el dinero de un fondo a otro sin pagar impuestos hasta que no rescatemos el importe final. Sin embargo pueden tener ciertas limitaciones, como la liquidez inmediata, la operativa de depósito y reembolso de la plataforma o la rentabilidad que este ofreciendo la deuda pública en este momento. Estos fondos al ser muy seguros (tan seguros como un depósito bancario o una cuenta corriente) nos ofrecerán una rentabilidad mínima, menor incluso del 0,5%.
Cómo hacer crecer un fondo de emergencia
La clave para hacer crecer un fondo de emergencia es fingiendo que no existe. En realidad, lo mejor es olvidarnos de él hasta el momento en que lo necesitemos. Algunas personas agotan sus fondos de emergencia para cosas que no son realmente una emergencia, como hacer un viaje de placer o comprar un nuevo móvil cuando el viejo empieza a mostrar signos de obsolescencia.
En cambio, hay que resistir la tentación de utilizar este dinero a menos que haya una verdadera emergencia y ese criterio deberemos de establecerlo nosotros. A medida que tus ahorros comiencen a crecer, se vuelve emocionante establecer nuevos objetivos. Puedes hacer crecer tu fondo de emergencia más rápidamente depositando cualquier ingreso extra, como un bonus en el trabajo, un regalo o incluso ese pequeño dinero que puedes conseguir de un trabajo secundario.
Tener un fondo de emergencia nos sirve para ante todo, descansar mejor y mirar al futuro con más certidumbre. Sabremos que si cualquier cosa ocurriese mañana podríamos hacer frente al gasto con nuestro fondo de emergencia líquido y disponible. Sin tener que recurrir a vender nuestras inversiones, un inmueble familiar o pedir un crédito de alto interés a la desesperada.
Una vez que hayamos establecido un fondo de emergencia y tengamos el hábito del ahorro más que integrado en nuestro día a día, éste crecerá lo suficiente para que empecemos a plantearnos empezar a invertir.