Cómo usar el Dollar-Cost-Averaging (DCA) para crear riqueza a largo plazo
La estrategia de DCA es una de las más efectivas para evitar las trampas de las emociones cuando invertimos.
La capacidad de gestionar las emociones a la hora de tomar decisiones de inversión es una de las propiedades clave de los inversores de éxito. Sin embargo, esto es más fácil de decir que de hacer, por lo que muchos inversores con una visión a largo plazo utilizan el Dollar Cost Averaging o DCA, para ayudarles a gestionar el riesgo, los vaivenes del mercado y limitar las malas pasadas que nos pueden jugar las emociones a medida que construimos una cartera de inversión y ahorro.
El Dollar Cost Averaging (DCA) es una de las técnicas más fáciles para aumentar nuestra rentabilidad sin asumir mayores riesgos, ya que nos ayuda a mantener una buena disciplina de compra periódica y un horizonte temporal largo. El Dollar Cost Averaging (DCA) es incluso mejor para las personas que quieren crear una cartera de inversión para el futuro pero no quieren dedicar demasiado tiempo a investigar cada acción particular o cada producto financiero. Es una de las estrategias de inversión más potentes y sencillas, y es ideal para los inversores particulares.
A continuación vamos a ver que es la estrategia del Dollar Cost Averaging (DCA) y cómo utilizarlo para maximizar nuestras rentabilidades de inversión, además de hacernos resistentes a las caídas de los mercados.
¿Qué es la estrategia del Dollar Cost Averaging (DCA)?
El Dollar Cost Averaging (DCA) consiste en invertir una cantidad fija de dinero en una determinada inversión, por ejemplo un Exchange Traded Fund (ETF) a intervalos regulares, normalmente mensuales o trimestrales. Esta estrategia, nos permite mitigar los vaivenes imprevisibles de los mercados financieros, por ello, es mucho más utilizada en activos con una volatilidad media o alta, como las acciones o los fondos de inversión de renta variable, a diferencia de los bonos o los bienes inmuebles.
Al hacer Dollar Cost Averaging a lo largo del tiempo, estaremos repartiendo los momentos y precios de compra y evitando la práctica de tratar de predecir el mercado, también llamado “Market Timing”. Market Timing cuando creamos que el mercado está en un punto muy bajo, difícilmente superable. Los problemas de esta estrategia son no acertar con el momento perfecto de mercado, comprando cuando una acción alcanza aún está en un punto muy alto y nos arriesgamos a sufrir grandes pérdidas si la acción cae desde allí. Con el Dollar Cost Averaging (DCA) compraremos a lo largo del tiempo y promediaremos los precios de compra.
Mitigando el riesgo y los sesgos psicológicos
El Dollar Cost Averaging (DCA) hace que un mercado volátil juegue en nuestro beneficio. Al comprar con una periodicidad establecida, podremos entrar en el mercado en momentos en los que está muy barato, por ejemplo cuando hay una crisis o un evento que tumba las cotizaciones como el Covid en 2020 y nos permitirá comprar muchas más acciones o participaciones por menos dinero. Por otra parte, cuando el mercado suba, nuestra compra periódica comprará menos acciones, pero ya tendremos acumuladas un buen número de compras anteriores, por lo que seguiremos obteniendo beneficios y no nos arriesgaremos a perder.
Además, el Dollar Cost Averaging puede ofrecer otras muchas ventajas para el inversor particular. Las personas se asustan cuando ven el mercado y sus inversiones caer en picado, y para evitar más pérdidas a corto plazo, deja de comprar acciones cuando están más baratas que nunca. Si establecemos un plan de compra regular cuando los mercados y nosotros estamos más tranquilos y podemos tomar decisiones racionales, evitaremos que las emociones y el miedo nos paralicen o nos hagan vender en el peor momento. Es en ese momento, cuando los mercados han caído, cuando mejores oportunidades y mejores precios podemos obtener para nuestra cartera de inversiones.
¿Cómo podemos poner en práctica el Dollar Cost Averaging (DCA)?
Supongamos que nos planteamos invertir 1.000 euros cada trimestre del año. Hemos seleccionado un ETF diversificado mundialmente, como el Vanguard Total Stock World ETF. Ahora bien, el precio del ETF puede cambiar cada mes, pero la cantidad que invertimos nosotros no cambia. Siempre que el ETF aumente de precio durante ese periodo de tiempo, habremos utilizado con éxito la estrategia del Dollar Cost Averaging para obtener un rendimiento positivo en nuestras inversiones.
Veamos el ejemplo de forma gráfica. Cada trimestre invertimos 1.000 euros, que dependiendo del precio de mercado del ETF nos permitirá comprar un mayor o menor número de acciones:
Gráfico tabla
¿Cuál es el resultado total? Aunque el ETF ha subido un 25% entre el primer trimestre y el último, nosotros habremos obtenido una rentabilidad superior al 37% ¿Por qué? Por el Dollar Cost Averaging (DCA). Al comprar cada trimestre sin importar el precio, hemos aprovechado a comprar en el momento más bajo del mercado y a acumular acciones antes que el mercado subiera por encima de nuestro punto inicial de inversión. Esta es la magia del DCA.
Las cifras totales: Total invertido 4000€, valor mercado total 5500€ (precio acción 25€), Beneficio 1500€
Construyendo riqueza a largo plazo incluso si somos principiantes
La mayoría de los nuevos inversores no disponen de grandes sumas para invertir y no siempre saben por dónde empezar. Por lo general, a medida que aumenta su poder adquisitivo, dispondrán de dinero en efectivo de sobra cada mes para asignarlo a su cartera de inversiones. Por ello, el Dollar Cost Averaging es una estrategia ideal para los nuevos inversores que quieren comenzar a generar un ahorro con vistas al futuro. Además, permite invertir de forma semi-pasiva, lo que es un punto a favor para muchos de nosotros que no tenemos el tiempo o el conocimiento para dedicarnos a gestionar activamente nuestra cartera de inversiones.
Dicho esto, aunque el Dollar Cost Averaging es una estrategia sencilla, hay que tener en cuenta algunos aspectos antes de lanzarnos con ella al mercado.
Consideraciones clave antes de comenzar con el Dollar Cost Averaging (DCA)
Debemos tener la disciplina necesaria para seguirla
Cuando el mercado cae podemos entrar en pánico y el primer impulso es el de vender. Sin embargo, eso arruinaría la idea básica de la inversión, “compra barato, vende caro”.
Seguir esta estrategia también significa que no podemos cambiar de estrategia solo porque el mercado este en nuestra contra. Además, debemos ser constantes con las aportaciones, ya sean cada mes, cada trimestre o cada año. Dejar de aportar significaría poner en peligro esta estrategia y tampoco debemos dejarnos llevar por los mercados alcistas. Simplemente tenemos que mantener nuestro plan. Si conseguimos ingresos extra, en vez de invertir más hoy, es mas inteligente seguir con nuestras aportaciones periódicas, aunque las aumentemos ligeramente.
Elegir el producto adecuado
El Dollar Cost Averaging tiene una pega, escoger el producto en el que vamos a hacerlo. Si hacemos DCA en una mala inversión seguiremos teniendo una mala inversión.
Muchos inversores utilizan el Dollar Cost Averaging como parte de una estrategia de inversión pasiva, lo que significa que invierten en fondos indexados o ETF que buscan replicar todo o parte del mercado mundial. Esto reduce la posible rentabilidad, ya que invertir en todo el mundo suele tener rendimientos esperados menores que en una serie concreta de acciones o fondos de inversión activa, sin embargo nos quitará mucho trabajo y tiempo de controlar nuestras inversiones activas.
Controla las comisiones cuando hagas DCA
Las inversiones periódicas y frecuentes implican un mayor número de transacciones, lo que puede suponer un aumento de los costes de transacción y comisiones de nuestro bróker. Por ello, muchos inversores que utilizan el método de Dollar Cost Averaging en fondos indexados de bajo coste y gestión pasiva, que cobran una comisión anual baja.
Dollar Cost Averaging vs Value Averaging
Existen otras estrategias para afrontar los mercados y minimizar la volatilidad. Una de ellas es el Value Averaging. A diferencia del Dollar Cost Averaging el Value Averaging implica comprar acciones o participaciones del fondo de inversión que hemos elegido solo cuando baja de un precio determinado. Si estuviésemos comprando acciones de un ETF, compraríamos más cuando el precio esté por debajo de nuestra compra inicial, y ninguna o menos cantidades cuando el precio estuviese por encima. Si bien esta estrategia puede darnos muy buenos resultados, corremos el riesgo de no tener suficiente dinero para continuar con la estrategia cuando se requieren compras más grandes durante un mercado bajista muy largo (por ejemplo una crisis) o a estar demasiado tiempo sin invertir cuando el mercado no para de subir. En este sentido el Dollar Cost Averaging es una estrategia mucho más sencilla porque no requiere mayores inversiones durante periodos concretos de tiempo y nos mantendremos siempre en el mercado.
Dollar Cost Averaging vs Lump Sum
Una estrategia de inversión de Lump Sum consiste en invertir una gran cantidad de dinero en un momento dado, de una vez, en lugar de hacerlo a lo largo de un periodo. La estrategia de inversión de Lump Sum puede ser una buena opción si tenemos una cantidad importante que invertir, que en teoría, el mercado tiende a subir a largo plazo, y estar tanto tiempo fuera del mercado promediando aportaciones puede ser contraproducente. Sin embargo, la estrategia de inversión Lump Sum puede ser más arriesgada que la inversión en forma de Dollar Cost Averaging ya que dependeremos a corto plazo de la volatilidad de mercado para obtener beneficios. A muy largo plazo ambas estrategias suelen dar rendimiento similares, pero dependerá de nuestro horizonte temporal y de la volatilidad que estemos dispuestos a asumir decantarnos por una o por otra.
No existe una estrategia de inversión perfecta. Sin embargo, el Dollar Cost Averaging es una estrategia conservadora que ayuda a crear riqueza a largo plazo, especialmente si estamos empezando a invertir. Con esta simple forma de inversión y escogiendo bien el vehículo o activo en el que la vamos a poner en práctica podremos reducir el riesgo y aumentar nuestra rentabilidad, además de aprovechar la volatilidad del mercado de valores. Y es que en la inversión, muchas veces, seguir un plan sencillo pero alejado de las emociones nos puede llevar a obtener mejores resultados a largo plazo que dedica grandes esfuerzos sin tener en cuanta nuestra naturaleza y nuestros sesgos.