¿Cómo los estudiantes Erasmus contribuyen al crecimiento económico?
La movilidad estudiantil internacional se ha convertido en una parte fundamental del panorama educativo global, pero también contribuye a la economía y riqueza de los países de acogida.
El programa Erasmus, creado en 1987 por la Unión Europea, ha brindado a más de 5 millones de estudiantes la oportunidad de estudiar en el extranjero, lo que supone un impacto significativo en la economía de los países participantes en el programa.
En este post analizamos los principales puntos en los que los estudiantes contribuyen al crecimiento económico de los países de acogida. Para ello hemos hablado con Erasmus Play, el metabuscador de alojamientos para estudiantes Erasmus.
Crecimiento económico en España y Europa
España es el primer país tanto en envío como en recepción de estudiantes. Cada año, más de 40.000 alumnos procedentes del programa Erasmus+ llegan al país y aportan más de 240 millones de euros a la economía nacional. A nivel europeo, este mercado representa unos 1.500 millones de euros.
Los estudiantes Erasmus gastan una media de 800 euros al mes, aunque esta cantidad varía dependiendo del destino Erasmus. Por ejemplo, en países como Rumanía, Eslovenia, Turquía o Polonia el coste mensual de un estudiante puede ser de unos 400 euros al mes. En cambio, los países con un mayor coste de vida son Irlanda, Reino Unido, Dinamarca, Finlandia y Noruega.
Gastos de los estudiantes Erasmus
Si bien el gasto que realizan los estudiantes impulsa diferentes áreas, principalmente se destaca el gasto que los estudiantes realizan sobre el alojamiento, pero también en cesta de la compra y gastos asociados al transporte y ocio.
De acuerdo al informe anual de la Comisión Europea, la movilidad del programa Erasmus genera cerca de 300.000 de desplazamientos al año a otras ciudades. Durante estas estancias los estudiantes necesitan alquilar un alojamiento temporal. La demanda de alojamiento por parte de los estudiantes Erasmus es alta, lo que beneficia a los propietarios de viviendas, pero también a empresas y residencias de estudiantes, representando una fuente de ingresos estable.
El alquiler de una habitación o una vivienda representa el mayor gasto que tienen que realizar los jóvenes que se trasladan al extranjero, incrementado estos últimos años por la subida de precios en el sector del alquiler.
También es importante destacar el impulso que supone la movilidad Erasmus para el sector turístico, ya que los estudiantes a menudo aprovechan para viajar y visitar otras ciudades y países. Un informe de la Comisión Europea sobre el impacto económico y social del Programa Erasmus reveló que el turismo generado por los estudiantes Erasmus en las ciudades de acogida tiene un valor considerable. Por ejemplo, en Barcelona se estima que el turismo relacionado con Erasmus representa más del 5% de los ingresos turísticos totales de la ciudad.
Como conclusión podemos decir que los estudiantes Erasmus representan mucho más que una cifra en el intercambio académico, sino que también son impulsores del crecimiento económico y cultural de los países participantes.