5 Fábulas infantiles para enseñar finanzas a los niños

Hablar de dinero con los más pequeños puede parecer complicado, pero ¿y si descubriéramos que hay cuentos y fábulas que llevan generaciones haciéndolo sin que nos demos cuenta?
Los cuentos infantiles no solo entretienen, ayudan a conciliar el sueño, y transmiten valores clave como la empatía, la honestidad y la amistad. También enseñan educación financiera hablando de la importancia del ahorro, la planificación y el esfuerzo.
Aquí te dejamos 5 fábulas de Esopo, el fabulista griego, que pueden ayudar a los niños a entender conceptos financieros de una forma sencilla y divertida. ¡Seguramente conozcas la mayoría de ellos!
1. La cigarra y la hormiga – Ahorro y planificación
Este cuento es una excelente forma de mostrarle a las infancias por qué hay que ahorrar y planificar el futuro. En esta historia, la cigarra pasa el verano cantando y sin preocuparse por el invierno, mientras que la hormiga trabaja duro y almacena comida. ¿El resultado? Cuando llega el frío, la cigarra no tiene nada y la hormiga puede sobrevivir sin problemas.
La enseñanza financiera que nos deja es muy sencilla: si gastamos todo lo que ganamos sin pensar en el futuro, podemos encontrarnos en apuros. El trabajo, el esfuerzo y el ahorro son fundamentales para afrontar imprevistos.
2. El zorro y el cuervo – No te dejes engañar por las apariencias
Nuevamente, Esopo ha dejado una fábula muy útil para transmitir conceptos financieros de forma fácil y divertida. En este caso, un cuervo tiene un trozo de queso en el pico y un astuto zorro lo convence para que cante, haciendo que el queso caiga directamente en sus fauces (en algunas adaptaciones, puede tratarse de una zorra).
La lección financiera que nos deja el cuento es que hay que ser cuidadoso con las ofertas demasiado buenas para ser verdad. En el mundo de las finanzas, hay muchas oportunidades que se muestran como irresistibles, pero esconden trampas peligrosas (como las revolving y los microcréditos). ¡No te dejes llevar por las apariencias y analiza bien antes de tomar decisiones económicas!
3. La liebre y la tortuga – Paciencia y constancia
Una lección fabulosa, valga la redundancia, sobre el esfuerzo. La liebre confía demasiado en su rapidez y subestima a la tortuga, que, con su ritmo lento pero constante, termina ganando la carrera. ¿Y qué moraleja nos queda? Pues que la constancia vale más que la prisa. Además el exceso de confianza puede jugarnos en contra.
Traducido a las finanzas, podemos enseñarles a los niños que invertir a largo plazo da mejores resultados que buscar ganancias rápidas. En las finanzas, la paciencia y la disciplina son claves para conseguir grandes resultados. No se trata de ganar dinero rápido, sino de avanzar con paso firme.
4. La gallina de los huevos de oro – Responsabilidad
Un granjero y su esposa descubren que su gallina pone huevos de oro. Guiados por la avaricia, deciden matarla para obtener más oro de una vez, creyendo que el animal escondía el metal precioso en su interior. Como resultado, se quedan sin gallina y sin huevos.
La moraleja que nos queda del cuento es “La codicia es mala consejera, y hace tu fortuna pasajera”. En materia de finanzas, podríamos explicarles a los pequeños que no hay que destruir la fuente de ingresos por querer obtener beneficios inmediatos. Hay que ser pacientes y saber gestionar bien el dinero y las inversiones para obtener beneficios sostenibles. ¡Y la codicia y la avaricia nunca son buenas consejeras!
5. El cuento de la lechera – No hagas planes sin base sólida
En esta historia, una joven lechera va caminando al mercado con un cántaro de leche y sueña con todo lo que podrá comprar con el dinero que obtenga. Sin embargo, en su entusiasmo, tropieza y la leche se derrama. Adiós a los planes.
¿Qué aprenden los niños con esta fábula? Que la ambición puede hacernos olvidar las cuestiones importantes y de estar atentos a lo que sucede en el presente. Puede ser genial tener sueños financieros, pero sin planificación y estrategia pueden desaparecer en un segundo. Antes de gastar dinero que aún no tienes o hacer planes de inversión demasiado optimistas, asegúrate de que tus bases son sólidas.
Estas fábulas para enseñar finanzas son solo algunas de las más conocidas, y es probable que te las hayan contado en tu infancia, incluso, que tengas los libros en tu biblioteca. También es posible que nunca se las hayas transmitido a tus hijos, o al menos, no las hayas vinculado directamente con estos conceptos económicos. ¡Así que ya tienes un buen programa para hacer en familia!