Regla básica para administrar tu dinero con 4 cuentas
¿Quieres empezar a administrar mejor tu dinero? Si le preguntas a una persona que recibe un buen sueldo cómo gestiona su dinero, es probable que te diga que lo gasta todo. Esto hace que sea imposible mejorar nuestra situación financiera, por lo que es importante aprender a gestionar de mejor forma nuestros ingresos.
Una técnica que los expertos recomiendan es la de las 4 cuentas o 4 sobres, dependiendo de cómo recibas tu salario, en efectivo o en el banco.
Esta técnica nos indica que debemos dividir nuestros ingresos en cuatro partes, o cuatro cuentas bancarias diferentes. Atribuiremos un porcentaje a cada una de estas cuentas para así mejorar nuestras finanzas y ahorro.
Cuenta de ingresos
La primera cuenta es la de ingresos. En esta debemos meter todo el dinero que recibimos. Esto incluye nuestro salario, pero también otro dinero que podemos percibir por negocios, bonos, regalos, etc.
Todo el dinero que llega a nuestras manos debe pasar por esta cuenta, y desde ahí deberemos enviarlo a otras tres cuentas diferentes.
En este caso, dedicaremos el 60% de nuestros ingresos a nuestros gastos mensuales esenciales.
Para estos ejemplos tomaremos un salario de 1000€ como ejemplo. Por ello, si cobrasemos 1000€, deberíamos mantener en esta cuenta 600€. Estos gastos deben limitarse solo a lo más básico, a aquello sin lo cual no podemos vivir, como el pago del alquiler o la cuota de la hipoteca, la comida o el pago de servicios como la luz, el agua etc.
Cuenta de fondos o ahorros
En la segunda cuenta, llamada de fondos o ahorros, guardaremos dinero para el futuro. La idea de destinar parte de nuestros ingresos a este fondo es que, a la larga, esto nos permite no endeudarnos para conseguir lo que queremos.
Parte del dinero que metamos en esta cuenta irá destinado a ahorrar para cosas que queremos comprar en el futuro, como un coche, una casa, un teléfono móvil, o una televisión nueva. Otra parte deberá destinarse para crear un fondo de emergencia, previsto ante la posibilidad de momentos económicos más difíciles como una crisis o la pérdida de nuestros ingresos por un despido.
El porcentaje que debemos destinar mensualmente a esta cuenta es del 10%. Siguiendo el ejemplo anterior, otros 100€.
Pero, ¿cómo saber qué parte se destina para cada uno de nuestros objetivos de ahorro? Nuestro consejo es que, de forma paralela a esta cuenta, tengas un documento excell en el que dejes anotado cuánto dinero destinarás a cada objetivo. De esa forma tendrás un mejor control de tus ahorros.
Cuenta de gastos mensuales
Por último, tendremos una cuenta para gastos mensuales. En la tercera cuenta deberemos meter cada mes el dinero necesario para cubrir nuestros gastos de vivienda, transporte, alimentación, educación o salud.
Para que este método funcione, es importante que diferenciemos claramente los gastos de los deseos. Es decir, aquello que necesitamos de aquello que queremos. Por ejemplo, en el presupuesto de gastos mensuales incluiremos la comida que necesitamos para comer durante el mes, pero no las salidas a restaurantes o la que pedimos a domicilios.
También podemos presupuestar una parte de nuestro dinero para estas cosas que queremos. Pero debemos intentar encontrar un equilibrio adecuado y no meter en esta cuenta más dinero del que necesitamos realmente ni menos del que será esencial para llegar a final de mes sin ahogos.
Destinamos a estos gastos libres un 20% de nuestro salario. Lo importante es que no te excedas de ese 20% para gastar en ocio, ropa, tecnología o cualquier otra cosa que quieras.
Cuenta de inversiones
Por último, tenemos la cuenta de inversiones. En esta metemos una parte de nuestros ingresos para poner a trabajar el dinero. La idea es que, con el tiempo, esta cuenta también nos genere beneficios que pasarán a la cuenta de ingresos, empezando de nuevo el ciclo.
Esta cuenta es muy importante, ya que es la que nos permitirá enriquecernos. Es la que hará que nuestro dinero genere beneficios por sí solo, sin que tengamos que trabajar para conseguirlo.
Para esta cuenta destinaremos un 10% de nuestro salario. Para el ejemplo anterior, destinaríamos 100€ todos los meses a invertir.