Comprar un coche: ¿vale la pena financiarlo o es mejor pagarlo al contado?

Comprar un coche es una decisión financiera importante, incluso se puede convertir en un tema de discusión acalorada si la compra la haces con tu pareja. Una de las primeras preguntas que nos hacemos si estamos planificando comprar un coche es, ¿pago al contado o lo financio? Ambas opciones tienen sus pros y contras, y la decisión más conveniente puede variar según cuánto dinero dispongas. Vamos a desglosarlo de forma sencilla, ¡así que ponte cómodo y acompáñanos en este viaje sobre ruedas!
Pagar el coche al contado
Las ventajas de desembolsar el dinero en una única vez son bien claras:
- Sin deudas: te olvidas de cuotas mensuales y de intereses que engrosan el precio final. Esto, además de tener un impacto en el bolsillo, también puede tenerlo en tu salud mental. A muchas personas el solo hecho de saber que tienen una deuda, los estresa de forma alarmante, así que si este es tu caso, tal vez pagar el coche al contado te haga ahorrar unos cuantos euros en terapia y te de tranquilidad.
- Descuentos interesantes: Los concesionarios suelen ofrecer descuentos atractivos a quienes pagan al contado, pero es fundamental comparar toda la oferta que tengas disponible a tu alcance.
En cuanto a las desventajas, también son claras:
- Desembolso importante: Necesitas tener una buena cantidad de dinero ahorrado para afrontar el pago.
- Liquidez reducida: Al invertir una suma considerable en el coche, podrías quedarte con menos efectivo para otras necesidades o inversiones. Nuestra sugerencia es que pienses en el coste de oportunidad y te preguntes qué harías con ese dinero si no lo destinaras de una vez a pagar el coche. ¿Lo invertirías? ¿Cuánta rentabilidad te daría esa inversión? ¿O solo lo dejarías guardado en un sobre bajo la almohada? ¿O lo terminarías usando en pavadillas y los gastos hormigas te aniquilarían el ahorro destinado al carro?
Financiar: el camino a plazos
Si no cuentas con toda la pasta necesaria para comprarte el coche, otra opción que te queda es hacerlo con financiación, ya sea del propio concesionario o con una entidad bancaria.
Ventajas:
- Accesibilidad: Te permite acceder a un vehículo sin necesidad de disponer de todo el dinero de una vez. Algunas empresas ofrecen 100% de financiación, por lo que ni siquiera necesitarás destinar tus ahorros para pagar parte de la compra.
- Flexibilidad financiera: Al repartir el pago en cuotas, mantienes mayor liquidez para otros gastos o inversiones. Además, el mercado está ofreciendo opciones de financiación que permiten adaptar las cuotas a las posibilidades de pago del comprador, e incluso, ofrecen la opción de cambiar de vehículo a partir de determinado momento.
Desventajas:
- Intereses: A lo largo del tiempo, es posible que abaces pagando más debido a los intereses del préstamo.
- Compromiso a largo plazo: Adquieres una deuda que deberás saldar durante varios años.
Renting y leasing
Además del pago al contado y de la compra con financiación, existen otras opciones que vienen ganando carrera en los últimos años: el renting y el leasing.
Renting
El renting es una operatoria que viene del mundo corporativo, pero que está generando interés en los usuarios particulares. Este sistema se basa en el alquiler a largo plazo del vehículo. Mientras alquilemos el coche seguiremos pagando las cuotas, que suelen incluir el mantenimiento, el seguro, el pago de impuestos y algún otro adicional. Un dato a tener en cuenta es el límite de kilometraje anual, que se encuentra entre los 10.000 y los 20.000 kilómetros, según el contrato. En caso de excederse, se paga por kilómetro adicional.
Una vez finalizado el contrato, el usuario puede renovarlo por el mismo vehículo o por uno nuevo, o cancelarlo.
El renting ofrece una ventaja adicional para los autónomos y las empresas: las cuotas pueden ser deducibles fiscalmente. La gran desventaja es que una vez finalizado el contrato, ¡no serás dueño del coche!
Leasing
El leasing, por su parte, es un sistema de financiación que ofrece al cliente la posibilidad de comprar el coche al finalizar el contrato, a un precio pactado: el valor residual. Es una variante intermedia entre el renting y la compra con financiación.
En este caso, el valor de la cuota mensual no incluye el seguro, ni otros servicios, por lo que puede ser más baja pero se deberán tener en cuenta también esos gastos.
Al igual que el renting, por sus beneficios fiscales, está más orientado a las empresas y autónomos.
El factor impositivo: ¿qué dice Hacienda?
Aquí es donde la cosa se pone interesante, ya que los impuestos y beneficios fiscales pueden ser decisivos al momento de decidir qué coche adquierer y de qué forma:
- Impuestos al comprar: Al adquirir un coche nuevo, se aplica el IVA del 21% y el Impuesto de Matriculación, que oscila entre el 0% y el 14,75% según las emisiones de CO₂ del vehículo.
- Deducciones fiscales: como hemos visto, si eres autónomo o empresa y el vehículo se destina a actividades profesionales, puedes deducirte el IVA y otros gastos relacionados.
Conclusión: ¿comprar el coche al contado o financiado?
Históricamente, en España la financiación ha sido el sistema más elegido para la compra de coches nuevos, mientras que en el caso de los usados, los compradores han optado mayoritariamente por el pago al contado.
La decisión entre pagar al contado o financiar la compra de un coche depende de tu situación financiera, tus necesidades y las ventajas fiscales que puedas aprovechar según tu posición ante el fisco. Es fundamental informarse bien y, si es necesario, consultar con un asesor financiero para tomar la mejor decisión.
Existe un factor adicional, además de los personales, a tener en cuenta: los tipos de interés. La subida y bajada de tipos puede afectar las condiciones para el financiamiento, según el momento en que decidas firmar el contrato.
Muchas veces, aunque cueste creerlo, el mercado ofrece descuentos en el precio por financiar la compra del vehículo. Por tanto, es posible que la decisión más conveniente sea comprar el coche con financiación y utilizar el dinero que ya tenías ahorrado, para invertirlo en algo que te genere ganancias.