Recibir una donación: trucos legales para pagar menos impuestos

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Si te han compartido la excelente noticia “vas a recibir una donación” y ya estabas pensando en qué gastarlo, espera un momento antes de descorchar la botella. Recibir dinero o bienes gratis no significa que puedas olvidarte de Hacienda. En España, las donaciones están sujetas a impuestos, pero la cantidad a pagar dependerá de dónde vivas, qué te donen y quién sea el donante.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para que la alegría de recibir una donación no se convierta en un susto con Hacienda.
¿Qué es una donación y qué impuestos implica?
Una donación es cuando una persona entrega un bien o dinero a otra de forma gratuita y en vida, sin esperar nada a cambio. No hay que confundirlo con una herencia (que se recibe tras el fallecimiento del donante) ni con un regalo sin importancia. (Si en realidad vas a recibir una herencia, pásate por este artículo)
Los impuestos que se deben pagar por recibir una donación son:
- El Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD), que varía según la comunidad autónoma.
- El Impuesto sobre la Renta de las Personas Física (IRPF), en algunos casos si el donante obtiene ganancias con la operación (por ejemplo, si te dona una casa que ha subido de valor desde que la compró).
- La plusvalía municipal, si la donación es un inmueble y ha aumentado de valor.
Es importante que sepas que no todas las donaciones tributan igual. En algunos casos, puedes reducir los impuestos si cumples ciertos requisitos o si eliges bien dónde tributar.
¿Cuánto se paga por recibir una donación?
Aquí viene lo interesante: al igual que en el caso de las herencias, el impuesto a pagar depende de la comunidad autónoma en la que tributes, del grado de parentesco con el donante y del tipo de bien donado.
Con respecto a las diferencias entre comunidades, la variación en el monto a abonar puede ser significativa:
- Madrid, Andalucía y Galicia: bonificaciones del 99% para familiares directos, lo que reduce casi a cero el pago del impuesto.
- Cataluña y Comunidad Valenciana: las bonificaciones son menores y hay más restricciones.
- Asturias y Castilla y León: son las comunidades donde más se paga.
Otra variable importante a la hora de calcular cuánto debemos pagar a Hacienda es el grado de parentesco. Cuanto más cercano es el vínculo con el donante, menos impuestos se pagan. Por ejemplo, hijos, padres y cónyuges suelen tener más beneficios fiscales que sobrinos o amigos.
Y, por último, el tipo de bien donado es otro factor a tener en cuenta. No es lo mismo recibir dinero que un inmueble o acciones. En algunos casos, los impuestos pueden ser mayores si el bien ha aumentado de valor desde su compra.
¿Cómo pagar menos impuestos al recibir una donación?
Aunque Hacienda siempre quiere su parte, hay formas legales de reducir el impuesto:
- Donaciones fraccionadas: En lugar de recibir todo de golpe, hacer varias donaciones en años distintos puede ayudar a pagar menos.
- Elegir la comunidad autónoma correcta: al igual que en el caso de las herencias, si el donante tiene residencia en una comunidad con bonificaciones, la tributación será menor.
- Hacerlo como donación empresarial: En algunos casos, si la donación se destina a una empresa familiar o actividad económica, puede beneficiarse de reducciones fiscales.
- Donar en especie: Si la donación es un inmueble, en lugar de venderlo primero y luego donar el dinero, puede salir más barato fiscalmente donarlo directamente.
Si tienes dudas sobre alguno de los tributos, puedes revisar la base de datos de consultas resueltas por la Dirección General de Tributos desde 1997 hasta la actualidad, que está disponible en su sitio web. ¡Buena idea para entretenerte un domingo de lluvia!
Infórmate antes de aceptar una donación
No queremos aguarte la fiesta, pero recibir una donación no es simplemente «dinero gratis». Puede implicar el pago de impuestos que varían mucho según la comunidad autónoma y el tipo de bien recibido.
Nuestra sugerencia es que antes de aceptar una donación, consultes cómo afectará tu fiscalidad y si hay formas de optimizar el pago de impuestos. Y, sobre todo, no te olvides de declararla, porque Hacienda siempre está atenta. ¡Y siempre es mejor prevenir que curar!