Soy ludópata y no puedo pagar mis deudas, ¿Hay solución?
El juego puede convertirse un espacio seguro donde muchas personas llegan a refugiarse de sus problemas o el estrés: Las apuestas pueden ser una actividad sana y divertida desde la responsabilidad consciente de lo que apostamos, pero para algunas personas puede escaparse de su control y convertirse en una auténtica adicción.
Esto naturalmente puede traer serias consecuencias financieras, al punto de caer en una espiral de endeudamiento sin límite. Si un ludópata llega a este punto es difícil que pueda parar por si solo y las deudas por el juego puede seguir creciendo hasta el punto en que los bienes corran el riesgo de ser embargados.
Si crees que tú o algún familiar o conocido tiene un problema similar, sigue leyendo porque te ayudaremos a buscar posibles soluciones a la ludopatía y los conflictos que se asocian.
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¿Qué es la Ludopatía?
Entre los diferentes tipos de adicciones, una sobre las que menos se habla es la ludopatía. Esta condición que debe ser tratada con la misma seriedad que una adicción a las drogas, es una enfermedad que puede acabar con mucho más que el estado financiero de una persona.
Generalmente se suele asociar las consecuencias de la ludopatía con la insolvencia y el endeudamiento excesivo, sin embargo, aunque estos son sus principales efectos, la ludopatía puede llegar a generar consecuencias más lamentables en la propia salud mental, como conductas autodestructivas y ligadas a la socialización.
Se trata de una enfermedad psicológica crónica que se caracteriza por un deseo incesante e incontrolable de jugar. También llamada “Adicción al juego”, la ludopatía quita al individuo la capacidad de autocontrol y descontrola por completo el sistema de prioridades. En este sentido, el ludópata pondrá siempre el juego en primer lugar, incluso sobre su salud, su familia, su trabajo y cualquier otra actividad.
Características de un ludópata
Hay ciertas señales que ponen en evidencia un problema de ludopatía, estar atento a cada una de estas permite identificar la enfermedad y así tratarla tan pronto como sea posible. Algunas de estas señales son:
- El ludópata se caracteriza por una obsesión por jugar constantemente.
- Siempre necesita conseguir más dinero para seguir jugando.
- Empieza a apostar dinero para recuperar el que ya perdió.
- Se encuentra frecuentemente pidiendo dinero prestado para jugar.
- Miente constantemente en relación al dinero y el dinero apostado.
- Necesita aumentar la frecuencia del juego para lograr la satisfacción.
- Deja a un lado los compromisos laborales, familiares y sociales por jugar.
- Siempre se propone dejar de jugar pero no lo logra.
- Suele estar irritado cuando no está jugando.
Además de esto, la ludopatía cumple también con las características básicas de cualquier adicción como la tolerancia, la dependencia y la abstinencia.
Se habla de tolerancia cuando la persona necesita sesiones de juego cada vez más largas y frecuentes, así como apuestas cada vez más grandes, para lograr la satisfacción momentánea que el juego le otorga.
Por otra parte, la dependencia está relacionada con la incapacidad de la persona de controlar sus propios impulsos referentes al juego. Mientras que, la abstinencia se presenta como una serie de síntomas físicos (sudoración, náuseas, palpitaciones) sufridos al dejar de jugar.
Consecuencias económicas de la ludopatía
Como has visto hasta ahora, las consecuencias de la ludopatía se extienden a múltiples aspectos de la vida, sin embargo, de aquí en adelante nos enfocaremos en detallar las consecuencias económicas de esta enfermedad.
La ludopatía como enfermedad tiene gran facilidad para afectar no solo a quien la padece, sino también a todo el círculo familiar. Esto se debe a que afecta gravemente las finanzas de la familia, puesto que representa un importante escape de fondos directa o indirectamente.
Las consecuencias económicas en la familia se pueden sentir de forma directa cuando el ludópata es, por ejemplo, un padre de familia. En tal caso se dejan de satisfacer necesidades básicas, generando pobreza e incluso problemas legales.
Puede también afectar a la familia indirectamente cuando el ludópata empieza a pedir dinero prestado y son sus familiares los primeros candidatos. En ocasiones los parientes pueden incluso terminar pagando deudas adquiridas por el ludópata.
Algunas de las consecuencias económicas de la ludopatía son:
- Endeudamiento excesivo.
- Derroche de dinero.
- Insolvencia.
- Carencia de un fondo de ahorros.
- Pérdida del patrimonio.
- Pérdida del empleo.
- Acciones judiciales por parte de acreedores.
¿Qué causa la adicción al juego?
Cuando se tiene una adicción al juego, un área del cerebro llamada ínsula puede ser hiperactiva. Esta región hiperactiva puede provocar una distorsión del pensamiento. Esto puede hacer que vea patrones en secuencias aleatorias y que continúe apostando después de haber estado a punto de fallar.
El cerebro puede responder al acto de apostar de la misma manera que el cerebro de un alcohólico responde a una bebida. Cuanto más alimente su hábito, peor será.
Reconocer los síntomas de la ludopatía
Las personas con adicciones a menudo tratan de ocultar su condición, pero una adicción al juego puede ser difícil de ocultar. Es posible que necesite acceder con frecuencia a los casinos o a las piscinas de juegos de azar en línea. Incluso si juega en casa cuando no hay nadie cerca, su adicción puede comenzar a manifestarse en otras áreas de su vida.
Si tiene una adicción al juego, puede mostrar algunos o todos los siguientes comportamientos:
- Obsesionarse con cualquier tipo de juego.
- Apostar para sentirse mejor en la vida.
- Fallando en el control de su juego.
- Evitar el trabajo u otros compromisos.
- Descuidar las cuentas y los gastos y usar el dinero para los juegos de azar.
- Vendiendo posesiones para apostar.
- Robar dinero para apostar.
- Mintiendo sobre tu hábito de juego.
- Sintiéndose culpable después de una sesión de juego.
- Tomando riesgos cada vez más grandes mientras se juega.
¿Qué tipo de deudas acumula un ludópata?
Un ludópata tratará de conseguir dinero de casi cualquier fuente, por lo que suelen verse inmersos en deudas de todo tipo. Por una parte, pueden acumular deudas bancarias por préstamos o créditos que, si bien no fueron adquiridos para jugar, sí han dejado de ser pagados por causa de la adicción al juego. Así pues, una serie de deudas que la persona debería ser capaz de asumir, terminan generando insolvencia y agravándose.
Las deudas que se acumulan suelen venir de cualquier punto, como:
Tarjetas de crédito
Por la naturaleza de este instrumento de crédito, es uno de los principales medios de los ludópatas para satisfacer su necesidad de juego. Basta una sola mala jugada para que el ludópata termine sobregirando todas sus tarjetas y viéndose afectado por los rápidos y crecientes intereses que generan las tarjetas.
Préstamos hipotecarios
Los prestamos hipotecarios consisten en poner en garantía un bien inmueble (como la vivienda) para la concesión de un crédito, que generalmente se otorga para la compra o remodelación de una vivienda. Si el deudor llegase a incumplir con varios de los pagos de la hipoteca, el acreedor tendrá el derecho de ejecutar la hipoteca y despojar al deudor de su vivienda. Este es un riesgo constante en las familias en las que un miembro padece de ludopatía, pues su vicio es tal que arriesga el techo de la familia.
Préstamos para vehículos
Los plazos del pago del coche corren el riesgo de ser desviados hacia el juego si no se tiene control sobre la enfermedad, generando la perdida del coche y del dinero invertido en él. Esto afecta la dinámica familiar por lo que es necesario supervisar siempre de cerca las cuentas cuando hay un ludópata en la familia.
Préstamos personales
Los préstamos personales son garantizados con todos los bienes presentes y futuros del deudor. Lo que significa que si un ludópata utiliza uno de estos préstamos para satisfacer su viciosa necesidad por el juego podría pasar años cancelando la deuda con dinero que aun no tiene.
Ahora bien, buena parte del problema se debe a deudas que son adquiridas para conseguir dinero qué apostar. La modalidad más común son los microcréditos. Los cuales consisten en una modalidad de financiación que ofrece facilidad de contratación pero con condiciones abusivas.
El riesgo de los microcréditos
Los microcréditos pueden ser terribles para una persona que sufre esta enfermedad. Los microcréditos gozan de ciertas características que los convierten en ideales para alimentar el vicio por el juego. Este tipo de créditos por su cuantía (que suele ir de los 100€ a los 1000€) no ameritan un estudio de solvencia, ni estabilidad laboral para su otorgamiento.
Además de eso, estos préstamos suelen ser de rápida aprobación, por lo que en tan solo un día o incluso menos pueden tener dinero en efectivo para el juego. Cuando se sufre de ludopatía recurrir a este tipo de créditos rápidos puede parecer una solución sencilla para el problema pues no es mucho dinero el que se está poniendo en riesgo. Sin embargo, cuando llega el momento de cumplir con los plazos de pago la falta de liquidez para hacer frente a estos más sus debidos intereses, son una muestra de la realidad de problema.
Salir de deudas siendo ludópata
Salir de deudas siendo un ludópata y alimentando esta patología es una labor casi imposible, salvo que se tenga una sobrenatural racha de ganancias. Sin embargo, no recomendamos esperar a que esto suceda sino tomar acciones sobre las que, si se tenga control, y si se busca ayuda se puede llegar a tener control sobre la enfermedad. Pero para ello primero debemos reconocerlo y genuinamente querer aceptar ayuda.
¿Cómo se trata la adicción al juego?
Con el tratamiento adecuado, la adicción al juego es controlable. A diferencia de alguien con una adicción a la comida, no necesitas el objeto de tu adicción para sobrevivir. Simplemente necesitas aprender a desarrollar una relación sana y equilibrada con el dinero.
Es importante que dejes de jugar completamente, ya que incluso el juego ocasional puede llevar a una recaída. Un programa de recuperación puede ayudarte a desarrollar el control de sus impulsos. En general, la adicción al juego se trata con métodos similares a los de otras adicciones.
Programa de rehabilitación para pacientes hospitalizados
Aunque no se requiere con frecuencia, algunas personas descubren que necesitan la estructura que ofrece un programa de hospitalización en un centro de tratamiento para superar la adicción al juego. Este tipo de programa puede ser especialmente útil si no puedes evitar los casinos u otros lugares de juego sin ayuda. Tendrás que permanecer en el centro de tratamiento durante un tiempo determinado, entre 30 días y un año entero.
Programa de rehabilitación para pacientes externos
Los programas de tratamiento ambulatorio son más utilizados por personas con adicción al juego. En este tipo de programa, asistirás a clases en un centro. También puedes asistir a sesiones de grupo y a terapia individual. Continuarás viviendo en tu casa y asistiendo a la facultad, el trabajo u otras actividades diarias.
Programas de doce pasos
Jugadores Anónimos (JA), u otros programas de 12 pasos, también pueden ayudarte a superar su adicción al juego. Este tipo de programa puede ser especialmente útil si no puede permitirse opciones de rehabilitación más intensivas. Sigue el mismo modelo que Alcohólicos Anónimos (AA), ayudándole a construir una red de apoyo de otros adictos al juego recuperados.
Grupos de autoayuda
Los grupos de autoayuda puede ser muy eficaces ante la ludopatía, el afrontar el problema con otras personas que están sufriendo por las mismas causas puede ser muy eficaz. Tomar riendas ante un problema en equipo funciona tanto por la inspiración generada por personas que han atravesado por una situación similar y prevalecido cómo por la presión de no querer decepcionar al grupo.
Medicamentos
La ludopatía también puede ser tratada por mediante un enfoque farmacológico mediante el uso de antidepresivos y estabilizadores del estado de ánimo. Este tipo de medicamentos buscan combatir otras patologías que suelen ser accesorias a la ludopatía como lo son la depresión, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
El uso de este tipo de medicamentos ha arrojado resultados significativos en cuanto a la reducción de las conductas asociadas al juego y la ludopatía.
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