El Yuan digital supera a Visa en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín
El número de transacciones con la nueva moneda digital del banco central chino ya es superior a las de la red Visa, el proveedor oficial de los Juegos.
Durante más de 35 años, Visa ha pagado cientos de millones de dólares para ser uno de los principales patrocinadores olímpicos, asegurándose de su presencia tanto en los estadios como en los atletas, tratando de desplazar cualquier pensamiento en su competidor directo, MasterCard.
Sin embargo, los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022, un nuevo competidos ha entrado en el juego, el gobierno chino. Junto a casi todos los carteles publicitarios de Visa suele haber un pequeño logotipo, el de e-CNY o el yuan digital, la moneda electrónica respaldada por el gobierno chino.
El número de transacciones en yuanes digitales en los Juegos Olímpicos de Invierno ha llegado a superar al volumen de transacciones con Visa. Como ejemplo, en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, celebrada en el estadio llamado “Nido de Pájaro” en Pekín, ya se realizaron más transacciones en la moneda digital del banco central chino (CBDC), que con toda la red Visa.
Visa tiene un acuerdo exclusivo con las autoridades chinas que la convierte en el único procesador de pagos oficial en los Juegos Olímpicos de Invierno, de este modo Visa se asegura que ningún competidor local, como Alipay, WeChat Pay u otros sistemas de pago interfieran en su negocio, sin embargo, el Yuan Digital no entraba en la categoría de competidor directo, al ser una moneda estatal. Algo que no ha sentado muy bien al gigante americano.
El Yuan digital en los Juegos Olímpicos
El Banco Popular de China, el banco central del país lleva dos años probando el yuan digital en varias conas piloto dentro de China, pero los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín han sido el gran escaparate para poner a prueba la moneda digital a escala global. Además, el escenario es perfecto, para su introducción, dando la oportunidad a muchos ciudadanos extranjeros de utilizar la nueva moneda.
Pero si Pekín 2022 se suponía que iba a ser la fiesta de presentación mundial del yuan digital, ese plan se fue quedando atrás después de que las autoridades chinas prohibieran la entrada a los turistas internacionales debido al aumento de las cifras de contagios por COVID-19, lo que se ha traducido en que tan solo un pequeño número de periodistas, personal olímpico y atletas extranjeros han podido comenzar a utilizar la fórmula del gobierno chino.
Para todos aquellos dentro de la «burbuja» de la cuarentena y la villa olímpica, se les ofrece la opción de pagar los bienes o servicios con dinero en efectivo, Visa o e-yuan indistintamente. Sin embargo, muchos comercios que están fuera de esta burbuja también permiten a los clientes pagar con la moneda digital. Aunque este auge de la CBDC del gobierno chino le haya hecho un flaco favor a la inversión publicitaria de visa en los Juegos Olímpicos, Visa no se ha opuesto al uso de los yuanes digitales, posiblemente porque todavía está esperando la aprobación de una licencia para poder operar en China.
Algunas administraciones, como la estadounidense, ya han advertido a los ciudadanos de su país presentes en juegos sobre el uso de esta moneda digital y los posibles peligros que supone, como el almacenamiento de datos y el control de los pagos transfronterizos.
Un experimento para el resto del mundo
El yuan digital tiene ambiciones globales. Las autoridades chinas lo ven como una forma de internacionalizar la moneda del país, que actualmente se utiliza tan solo en el 2% de las transacciones.
A finales del año 2021 se habían abierto unos 250 millones de wallets digitales de yuanes, que habían realizado transacciones por valor de más de 15.000 millones de euros. Sin embargo, para ver el tamaño total del experimento, Alipay la solución de pagos más popular en China procesa más de 2.000 millones de euros cada mes. Alipay, propiedad de Jack Ma, el fundador de Alibaba aún no tiene gran volumen fuera de las fronteras chinas, sin embargo, entre sus planes está la internacionalización y adaptación paulatina como método de pago en otros países, algo que ya vemos con el uso cada vez mayor de los turistas chinos cuando viajan al extranjero.
El éxito de Alipay ha sido es una de las principales razones por las que el gobierno chino ha decidido seguir adelante con el desarrollo del e-yuan, a pesar de ir muy por delante de otros países, como la unión europea, con el desarrollo de sus propias monedas digitales oficiales.
La realidad es que en China apenas queda efectivo en las grandes ciudades, algo que no ha venido a raíz del Yuan Digital, sino de empresas privadas, pero que el banco central de China quiere utilizar para introducir su propia moneda.
¿Un dinero con fecha de caducidad?
La entrada del yuan digital no es casual. Si todos los pagos electrónicos de China se hicieran a través del nuevo sistema, el gobierno tendría una capacidad de supervisión de la economía en tiempo real. Algo que facilitaría tomar medidas antes y más eficaces dentro del país, pero que sin embargo presenta algunos problemas morales y de privacidad.
Como no podía ser de otra forma, los bancos centrales de todo el mundo siguen de cerca el experimento de los Juegos Olímpicos de Invierno. La disminución del uso del efectivo, combinada con la preocupación por el auge de las criptomonedas privadas, como Bitcoin o Libra, respaldado por las grandes empresas tecnológicas, ha desencadenado una oleada de trabajo para desarrollar alternativas publicas gestionadas directamente por los bancos centrales, las conocidas CBDC.
Los defensores del yuan digital sostienen que el gobierno también podría utilizar esta gran cantidad de datos para promover nuevas formas de estímulos económicos, como la idea de generar un dinero que sólo pueda gastarse en determinados productos y servicios, o que tenga fecha de caducidad. Regulando la oferta de dinero y dirigiendo el consumo hacia proyectos que el gobierno considere relevantes.
Las autoridades chinas esperan que el lanzamiento de esta CBDC contribuya a reforzar la posición del yuan en el ámbito internacional y a romper el dominio del dólar.
Por descontado, a muchos consumidores puede preocuparles la cantidad de información que el gobierno podría tener sobre ellos a través del yuan digital, algo que haría peligrar la autonomía en las decisiones de ahorro, inversión o gasto. Es cierto que actualmente las grandes plataformas online de pagos, así como las entidades financieras ya almacenan cantidades similares de datos y esto no ha impedido la adopción masiva de estas tecnologías de pago. Sin embargo, la idea de un dinero con fecha de caducidad, o con limitaciones de uso, nos lleva a una distopía sin duda peligrosa.
Por el momento, las perspectivas internacionales del yuan digital, al menos a corto plazo, aún quedan lejos, pero los Juegos Olímpicos ya han demostrado ser un campo de pruebas ideal para la primera CBDC totalmente funcional.