Fraudes bancarios: las nuevas estafas y cómo protegerte

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Imagina que revisas tu cuenta bancaria y descubres que te han aprobado un préstamo que jamás pediste. Suena a pesadilla, ¿verdad? Lamentablemente, este tipo de fraude es cada vez más común en todo el mundo.​

Lo más desconcertante es que muchas veces ni siquiera te enteras de que el dinero que ves desaparecer de tu cuenta se corresponde con un préstamo que no has solicitado tú y puede llevarte mucho tiempo hasta que descubres lo que ha sucedido.

La evolución de los fraudes bancarios

El avance de la tecnología nos permite tener aplicaciones bancarias cada vez más amigables y fáciles de usar, pagar directamente desde nuestro móvil  y gestionar nuestras finanzas casi 100% online, sin necesidad ni siquiera de acercarnos a una sucursal del banco. Esta es la parte que nos gusta, pero la tecnología también nos ha traído cosas malas: desde el clásico phishing (correos electrónicos fraudulentos) hasta el vishing (llamadas telefónicas falsas) y el smishing (mensajes de texto engañosos), las estrategias que usan los ciberdelincuentes son cada vez más sofisticadas.

Según el Informe sobre la cibercriminalidad en España 2023, se registraron 472.125 delitos, un incremento del 26% respecto al año anterior. ¡Una cifra que asusta a cualquiera!

Pero los ciberdelitos no solo están dirigidos a personas como tú o como nosotros. En 2024, el Informe Ciberseguridad Estado de situación, realizado por la Plataforma Tecnológica Española de Tecnologías Disruptivas, en su primera página nos muestra un dato muy alarmante: en los primeros meses de ese año los ciberataques dirigidos al sector público habían aumentado 190%.

Con respecto al mundo empresarial, el Informe indica que el 62 % de los ciberataques en España se concentra en los sectores tecnológico, financiero y público, impactando directamente en la economía, pero también en la confianza de los usuarios.

Tipos de fraudes más comunes

En España, más del 90% de los delitos informáticos están dentro de la categoría de fraude y los más comunes son:

  1. Suplantación de identidad: Los delincuentes obtienen tus datos personales y financieros para solicitar préstamos o realizar compras a tu nombre.​ Otra forma muy usual en los últimos tiempos es la de enviarte algún tipo de mensaje por Whatsapp, o incluso hasta una llamada telefónica en la que logran, mediante engaños, que les digas el código para hackearte tu cuenta. Y ahí comienza la pesadilla, no solo perderás el acceso a tu usuario de Whatsapp, sino que comenzarán a escribirle a todos tus contactos pidiéndoles dinero. Y la IA ya ha abierto la puerta a que puedan copiar tu voz e incluso enviarle audios a tus familiares y amigos.
  2. Robo de datos bancarios: Mediante técnicas como el phishing, los delincuentes acceden a tus cuentas bancarias. Y a partir de ese momento, pueden realizar transferencias, pagos, compras y todo lo que se les ocurra.
  3. ‘Spoofing’: Consiste en falsificar la identidad de una entidad de confianza para engañar a las víctimas y obtener información personal. ​Muchas veces la identidad suplantada es la de tu banco, y es cuando te llega un mail avisando que tienes disponible una nueva tarjeta, hacés click, completas tus datos y ¡zas! El delincuente ya se hizo de todo lo que necesitaba, ahora con esa información puede realizar compras o incluso sacar varios préstamos.
  4. Compra de datos en la dark web: existen foros donde se venden datos que incluyen NIE, direcciones, teléfonos, y hasta selfies con documentos con los que luego pueden abrir cuentas falsas.

Cuando sacan un préstamo a tu nombre

Una vez que los delincuentes tienen tus datos personales, pueden solicitar créditos rápidos sin que te enteres hasta que te empiecen a llegar los avisos de deuda.

En julio de 2024, la Guardia Civil desmanteló una red criminal con base en Valladolid que se dedicaba a obtener créditos personales fraudulentos para la supuesta compra de vehículos, utilizando documentación falsa. Se estima que realizaron estafas por más de 400.000 euros.

Pero no es necesario montar una gran red criminal, en marzo de 2025, la Policía Nacional detuvo en Albacete a un estafador que engañó a varios jóvenes con una falsa promesa de empleo a través de un canal de mensajería. El delincuente conseguía así los documentos de los jóvenes y luego solicitaba pequeños créditos a nombre de las víctimas.

Las consecuencias de caer en una estafa

Si estás leyendo este artículo porque ya has sido víctima de una estafa, lamentamos decirte que las consecuencias pueden ser graves. Si los ciberdelincuentes han solicitado un préstamo a tu nombre, esto puede afectar tu capacidad de endeudamiento y tu historial crediticio, dificultando futuras solicitudes de financiación. Esta sería la primera consecuencia, la económica.

A nivel legal, podrías verte envuelto en un proceso complejo para demostrar que no fuiste tú quien solicitó el préstamo. Este proceso que puede implicar denuncias, reclamaciones judiciales y trámites con entidades financieras, puede ser largo y oneroso porque seguramente deberás pedir ayuda a un letrado.

Además, en el aspecto fiscal, si el banco no anula la operación y la deuda sigue a tu nombre, podrías tener que incluirla en tu declaración de la renta, generando problemas con Hacienda.

Por todo esto, es fundamental actuar rápido: denuncia el fraude, contacta con tu banco y revisa tu historial crediticio para evitar que el problema se agrave.

La inteligencia artificial: ¿aliada o enemiga?

La inteligencia artificial (IA) es una herramienta de doble filo. Mientras que las instituciones financieras la utilizan para detectar actividades sospechosas, los estafadores también la utilizan para crear estafas más convincentes. Por ejemplo, la IA puede generar correos electrónicos o mensajes que imitan perfectamente la comunicación de tu banco, dificultando su identificación como fraudulentos. ​

¿Cómo prevenir estos fraudes?

Ante todo, la mejor prevención es ser desconfiado. ¿Has recibido una llamada de tu banco para actualizar tus datos u ofrecerte una promoción? Desconfía. Diles que tú te comunicarás con tu oficial o que irás a la sucursal. ¿Te envió un whatsapp un amigo pidiéndote que le transfieras dinero en el momento porque está en apuros? Desconfía. Llámalo tú por teléfono y corrobora que sea él.

  • Vigila tus cuentas: Revisa regularmente tus movimientos bancarios y notifica cualquier actividad sospechosa de inmediato.​ Una buena práctica es configurar que te llegue una alerta a tu correo cada vez que se realice una compra con tu tarjeta, una transferencia o alguna otra operatoria. Así, si alguien realiza una compra en tu nombre, podrás detectarlo rápidamente.
  • Revisa con regularidad tu historial crediticio en el Banco de España o plataformas como ASNEF.
  • Protege tu información personal: No compartas datos sensibles por teléfono, correo electrónico o mensajes de texto, especialmente si no iniciaste el contacto.​ Es muy raro que tu banco te llame por teléfono para ofrecerte un servicio. Y ten mucho cuidado con lo que compartes en redes sociales, un video donde muestres que estás realizando una compra y se vea desde lejos tu tarjeta, ya les muestra a los delincuentes con qué entidad y banco operas.
  • Actualiza tus contraseñas: Utiliza combinaciones fuertes y cámbialas periódicamente.​ ¡Y no pongas tu fecha de nacimiento, que es información accesible a cualquier ladrón de poca monta!
  • Autenticación de dos factores: Activa esta opción en tus cuentas para añadir una capa extra de seguridad.​ ¡Especialmente en whatsapp!
  • Desconfía de comunicaciones inesperadas: Si recibes un correo o llamada solicitando información personal o financiera, verifica su autenticidad contactando directamente a la entidad.​ Piensa que cuando tienes un inconveniente, generalmente te cuesta horrores que te atiendan el teléfono, ¡imagina si te van a estar llamando ellos a tí! Suena, al menos, sospechoso.
  • Evita quejarte en redes sociales: Puede parecer una buena idea postear en X un reclamo hacia tu banco o a tu proveedor de tecnología. Probablemente, a veces sirva para que la compañía te de una respuesta más rápida, porque quiere evitar que ese reclamo se viralice. Pero, ¡atención! Les estás dando la oportunidad a los estafadores para te llamen haciéndose pasar por la compañía y será muy difícil distinguir entre una llamada real y una fraudulenta.
  • Ten una palabra de seguridad con tus amigos y familiares más cercanos: Si te llaman por telefóno y escuchas la voz conocida de tu abuelita, que está muy apurada y te pide dinero. ¡Desconfía! Podrían haber clonado su voz con IA. Para estas situaciones, es útil tener una palabra de seguridad, esto es un término que acuerden con tus familiares, y en caso de estar realmente en apuros, deban compartir. Si le pides a tu abuelita que te lo diga y no lo sabe, pues es muy probable que sea una estafa.

Recuerda que las personas que son muy activas en redes sociales y comparten mucha información personal, están más expuestas. Los altos ejecutivos con acceso a información financiera, los empleados de los bancos o los directores de Recursos humanos, con acceso a datos personales de miles de empleados pueden ser objetivos atractivos para los delincuentes. Pero cuando las campañas de phishing que disparan las estafas son masivas, cualquiera puede entrar entre el público objetivo.

¿Qué puedes hacer entonces para evitar caer en estas estafas? Sabemos que es difícil porque los delincuentes tienen un gran poder de inventiva, pero la prevención y la vigilancia son clave. Mantente informado, lee en las noticias los casos que han sufrido otros usuarios para conocer cómo actuaron los estafadores, y actúa con cautela para proteger tus finanzas.

Tu seguridad es lo primero

Nuestra prioridad es que estés seguro. Por ello, tus datos están encriptados y jamás los utilizaremos para fines no autorizados. Además, cumplimos con el último reglamento de la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD).