El interés compuesto: El concepto más importante para tus finanzas
¿Por qué es tan importante tener claro que es el interés compuesto? El interés compuesto, también conocido como «interés sobre el interés», es uno de los conceptos más importantes de las finanzas. Cuando acumulamos intereses a lo largo del tiempo estos se acumulan una y otra vez generando a su vez más intereses.
El interés compuesto se acumula a un ritmo mayor cuanto más frecuente sea la capitalización, por lo que cuantas más veces se componga, mayor será el interés compuesto. A diferencia del interés simple que solo tiene en cuenta la aportación inicial y no los sucesivos incrementos vía intereses.
Dado que el efecto de interés sobre interés da lugar a rentabilidades cada vez más importantes en muchas ocasiones se ha denominado como el «milagro del interés compuesto». Es más al propio Albert Einstein se le acredita la frase “el interés compuesto es la octava maravilla del mundo, quien lo entiende lo gana, quien no, lo paga”.
Cuando nos ponemos a invertir entender el poder del interés compuesto puede ser el aspecto más crucial de todos. El tiempo cuando invertimos es el mejor compañero de viaje, como veremos en los siguientes ejemplos.
Veamos qué es el interés compuesto y cómo podemos sacar la máxima ventaja de esta simple pero poderosa idea.
Comenzando por el principio: El Interés simple
El interés simple es la forma más sencilla de calcular los intereses. Supongamos que compramos un bono o un depósito bancario por importe de 10.000 euros, que nos paga un interés del 3% anual. Supongamos además que el banco se compromete a pagarnos el interés al finalizar el año.
Cuando obtenemos un interés simple, estas ganancias las obtenemos directamente, es decir, no se añaden al saldo de nuestra inversión inicial. Con un tipo de interés anual del 3%, obtendremos 300 euros de intereses.
La fórmula para ver este sencillo ejemplo es:
- 10.000 € x 3% = 300 €
- Saldo final: 10.300€
¿Qué es el interés compuesto?
Partamos de la misma inversión inicial de 10.000 euros y un interés igual del 3% anual. En este segundo caso veremos el efecto de la capitalización o el interés compuesto.
Cuando se obtienen intereses y dejamos que actúe el interés compuesto, los intereses que vayamos obteniendo se añaden al saldo principal de la inversión.
Al calcular el siguiente pago de intereses, se utiliza el capital final obtenido. La capitalización puede realizarse durante cualquier periodo de tiempo, incluso de forma constante, diaria, semanal, mensual, trimestral, semestral y anual.
En este ejemplo tomaremos un interés compuesto trimestral. El cálculo para el interés compuesto es el siguiente:
Interés anual, pagado trimestralmente = 3%/4 trimestres = 0,75% por trimestre.
- Trimestre 1: 0,75% x 10.000 € = 75 € (los 75 € se añaden ahora al saldo de la inversión, convirtiéndolo en 10.075 €)
- Año 2: 0,75% x 10.075 € = 75,56 € (los 75,56 € se añaden ahora al saldo de la inversión, que pasa a ser de 10.150,56 €)
- Año 3: 0,75% x 10.150,56€ = 76,13€ (los 76,13€ se añaden ahora al saldo de la inversión, por lo que es de 10.226,69€)
- Trimestre 4: 0,75% x 10.226,69 €= 76,70€ (los 76,70€ se añaden ahora al saldo de la inversión, por lo que es de 10.303,39€)
En este ejemplo de interés compuesto, el saldo final que obtendríamos sería de 10.303,39€, con lo que nuestros intereses totales habrían sido de 303,39 euros al año.
En comparación, vemos que en el caso del interés simple hemos ganado 300€, mientras que en el interés compuesto 303,39€. Aunque pueda parecer una cantidad insignificante, los 3,39 euros adicionales están mejor en tu cuenta bancaria que en la del banco.
¡Pero hay más! Esto es sólo un ejemplo para mostrar la diferencia entre dos formas distintas de calcular los intereses. Cuando invertimos en activos como acciones o fondos de inversión indexados el efecto del interés compuesto a lo largo de los años tiene un impacto enorme en nuestras ganancias.
Sigue leyendo para saber más sobre la «magia» del interés compuesto.
El interés compuesto hace crecer nuestro dinero de forma exponencial
Es lógico pensar que invertir más dinero, o conseguir un tipo de interés más alto es lo que nos puede hacer ganar cantidades mayores de dinero.
Sin embargo, el factor más importante cuando se trata de ganar dinero invirtiendo es el tiempo.
Cuanto antes empecemos a poner nuestro dinero a trabajar, más podremos ganar. Y puede que nos resulte difícil de creer, pero el tiempo que tiene el dinero para acumularse es más importante que la cantidad que se ahorra.
A medida que vayamos ganando intereses a lo largo de varias décadas, podremos ver cómo actúa el poder del interés compuesto, aunque no aportemos más dinero que una inversión inicial.
Veamos un ejemplo de interés compuesto durante un periodo mucho más largo de tiempo:
- Inversión inicial = 10.000 euros
- Aportaciones adicionales = 0 euros
- Duración del periodo de inversión = 15 años
- Tipo de interés = 4 %.
- Frecuencia de capitalización = Mensual
Nuestra clásica inversión inicial de 10.000 euros, sin ninguna aportación adicional, se ha convertido en 18.203,02 euros, lo que supone una rentabilidad de más de 8.000 euros o un 80% sobre nuestra inversión inicial.
Más tiempo significa más rentabilidad
Si partiendo del mismo cálculo anterior extendemos el periodo en el que dejamos nuestro dinero sin tocar otros 15 años (un total de 30 años), nuestro saldo final llegaría a ser de 33.134,98 euros, una ganancia de más de 23.000 euros sin añadir más dinero a la inversión inicial.
Durante este tiempo, pese a que la duración de la inversión se duplicó (de 15 a 30 años), tus ahorros casi se triplicaron (de 8.000 a 23.000 euros). Podemos comenzar a ver el efecto tan “mágico que tiene el interés compuesto”. A más tiempo más intereses y más intereses mayor capital invertido tendremos para generar nuevamente intereses.
La realidad no suele ser tan simple como una inversión inicial a 30 años, sino que solemos ir aportando cantidades de forma más o menos periódica para ir haciendo crecer nuestra cartera de inversión siempre que es posible. Veamos otro ejemplo.:
En este caso en vez de hacer una sola inversión inicial, podemos realizar aportaciones de 3.000 euros al año (250€ de ahorro al mes) durante esos 30 años.
- Inversión inicial = 10.000 euros
- Aportaciones adicionales = 3.000 euros al año
- Duración del periodo de inversión = 30 años
- Tipo de interés = 4 %.
- Frecuencia de capitalización = Mensual
El total de nuestras aportaciones sería de 100.000 euros en estos 30 años, sin embargo el valor final de nuestros ahorros sería de 207.225,71 euros. ¡Una rentabilidad de más de 107.000 euros en esos 30 años!
Nunca es demasiado tarde para empezar a ahorrar e invertir nuestro dinero. Cuanto antes podamos comenzar a aprovechar la “magia” del interés compuesto tiene más tiempo tendrá para hacer crecer nuestro capital.
El interés compuesto ayuda a que tu inversión se convierta en una «bola de nieve». Invertir pronto y con frecuencia hará crecer tu patrimonio sin mucho esfuerzo adicional. Y una vez hayamos superado los primeros años en los que la rentabilidad que podremos obtener va muy ligada a nuestras aportaciones, posteriormente ni las caídas del mercado tendrán un gran impacto en nuestro patrimonio, porque habremos acumulado tantos intereses que los vaivenes de los mercados ya no nos quitarán el sueño.
Como podemos ver en el siguiente gráfico, el mercado (representado por el sP500, el índice bursátil más importante del mundo) no ha parado de subir a lo largo de su historia. Si hubiésemos invertido 1.000 euros en el SP500 a través de un fondo indexado o un ETF actualmente nuestra inversión ya superaría los 4.000 euros gracias al interés compuesto y pese a todas las caídas y crisis que han sucedido en las últimas dos décadas.
Para ver de primera mano cómo funciona el interés compuesto, puedes probar una calculadora de interés compuesto que te permita introducir:
- Una inversión inicial
- Aportaciones mensuales
- Duración (años)
- Tipo de interés estimado
- Frecuencia de capitalización
Después de introducir la información, pulsa CALCULAR y verás cuánto crecería la inversión con el tiempo.
Reinicia la calculadora y juega con diferentes valores para ver por qué "el tiempo es tu amigo", ¡si empiezas a invertir pronto!
Empezar a ahorrar pronto es difícil pero nos dará ventaja
Es fácil aplazar el ahorro para el futuro cuando se tienen problemas financieros que atender en el presente y mucha incertidumbre. Pero si vemos de primera mano el efecto que tiene el interés compuesto a lo largo de los años, nos daremos cuenta de que invertir cuanto antes es una ventaja enorme. Como dijo Warren Buffet, considerado el mejor inversor de todos los tiempos “solo me arrepiento de una cosa, no haber comenzado a invertir antes”.